Por Sergio Díaz
25 de octubre de 2024Un estudio publicado en la revista Neurology revela una preocupante relación entre la calidad del sueño en la mediana edad y el envejecimiento cerebral. Los investigadores han encontrado que quienes presentan problemas para conciliar el sueño, mantenerlo o sufren de somnolencia diurna muestran signos de deterioro en su salud cerebral, lo que equivale a un envejecimiento de casi tres años adicionales, según las evaluaciones realizadas en imágenes cerebrales.
La investigación, liderada por la Universidad de California en San Francisco, ha incluido a 589 personas de mediana edad, con un promedio de 40 años. Los participantes completaron cuestionarios sobre sus hábitos de sueño en dos ocasiones, al inicio y cinco años después, y se sometieron a exploraciones cerebrales quince años después de comenzar el estudio. Estas imágenes permitieron al equipo de investigación determinar el estado de envejecimiento cerebral de los participantes, usando modelos de aprendizaje automático para calcular una "edad cerebral" en función del encogimiento y otros indicadores observados en las imágenes.
Los resultados apuntan a que, tras considerar factores como la edad, el género, la presión arterial y la diabetes, los participantes que acumulaban más características de sueño deficiente mostraban signos de envejecimiento cerebral más acentuado. Específicamente, las personas que presentaban entre dos y tres problemas de sueño tenían un envejecimiento promedio de 1.6 años mayor respecto a quienes no tenían problemas, mientras que aquellos con más de tres problemas de sueño tenían una edad cerebral promedio 2.6 años mayor.
Entre las dificultades identificadas en la investigación se encuentran los problemas de calidad de sueño, dificultad para conciliar el sueño, despertares tempranos y somnolencia diurna y todas ellas se asociaron especialmente con un mayor deterioro cerebral cuando persistían durante cinco años o más. "Nuestros hallazgos subrayan la importancia de atender los problemas de sueño a una edad temprana para preservar la salud cerebral en el tiempo", señala Kristine Yaffe, coautora del estudio y miembro de la Academia Estadounidense de Neurología.
Este estudio refuerza el creciente consenso científico de que la calidad del sueño no es solo un factor de bienestar inmediato, sino un componente crucial en la prevención del envejecimiento cerebral prematuro y enfermedades degenerativas, como la demencia.