Por Virginia Delgado
25 de septiembre de 2025En 2004, cinco grupos independientes de investigadores identificaron las mutaciones activadoras del receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR) en el cáncer de pulmón no microcítico; unas alteraciones que causan el desarrollo y la proliferación del tumor.
Aquel descubrimiento pasó desapercibido para la población; ni los informativos de radio y televisión informaron de ello, ni en los periódicos se escribió una sola línea. Aun así, el mundo sanitario supo que aquello era un hito que iba a permitir avanzar en la medicina de precisión. “Pensamos que se abría una nueva puerta en la oncología de precisión de esta enfermedad”, ha manifestado el doctor Javier de Castro, vicepresidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y jefe de Sección del Servicio de Oncología del Hospital Universidad La Paz de Madrid. “Cuando la noticia saltó a los medios científicos, sentimos emoción. Sabíamos que era el principio de una nueva era”, ha recordado la doctora Dolores Isla, presidenta de la Asociación para la Investigación del Cáncer de Pulmón en Mujeres (ICAPEM) y jefa del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Lozano Blesa de Zaragoza.
Ambos facultativos han participado este miércoles en la jornada “EGFR: El Gen que Forjó el Rumbo-Pasado presente y futuro del primer biomarcador en cáncer de pulmón”, organizada por AstraZeneca. Junto a los doctores, Dolores Lozano, presidenta de la Sociedad Española de Anatomía Patológica (SEAP) y jefa de Anatomía Patológica de la Clínica Universidad de Navarra;, y Ana Peiró, directora médica de Oncología de AstraZeneca en España, y la paciente Ángeles Marín, vicepresidenta de la Asociación Española de Afectados de Cáncer de Pulmón (AEACaP), han debatido sobre cómo ha evolucionado la atención de este tipo de tumores y las perspectivas de futuro en el diagnóstico y tratamiento.
Así, han recordado que el cáncer de pulmón es el más diagnosticado en el mundo y el que mayor número de fallecimientos provoca, también en España. “Esto se debe a que su diagnóstico y detección se produce en fases avanzadas”, ha explicado el doctor De Castro. Una situación que puede cambiar si se implanta un cribado a nivel nacional. “Nos ayudaría a identificar población de riesgo. Lo tenemos que conseguir”, ha insistido la doctora Isla.
El descubrimiento de la mutación EGFR supuso una forma diferente de abordar esta enfermedad, ya que, desde entonces, se ha avanzado a la hora de incorporar pruebas genéticas en su diagnóstico y ha ayudado a desarrollar tratamientos más personalizados. “Hemos mejorado mucho, pero pedimos que se siga investigando, sobre todo, para tratar y mejorar el pronóstico de todos los casos de cáncer de pulmón y conseguir mantener la calidad de vida de los pacientes el mayor tiempo posible”, ha señalado la vicepresidenta de AEACaP.
Durante la jornada de AstraZeneca, los expertos no han dejado pasar la oportunidad de hablar de cómo creen ellos que avanzará el abordaje del cáncer de pulmón en los próximos 20 años. La doctora Isla confía en que, para entonces, se haya hecho “una medicina de precisión 2.0 o de superprecisión”. “Debería haber terapias dirigidas y fármacos más complejos que consigan mejores resultados. Esto derivaría a un mejor pronóstico, más curaciones y más supervivencia”, ha comentado. Por su parte, la doctora Lozano espera que “la patología digital sea una realidad en los centros sanitarios. Gracias a los algoritmos de inteligencia artificial, podremos identificar con mayor precisión y rapidez los patrones y alteraciones genéticas y morfológicas de las muestras que tomemos”. Finalmente, Peiró insiste en la importancia de impulsar la investigación. “Cada paso que damos contribuye a mejorar la atención a los pacientes. En AstraZeneca seguimos apostando por el desarrollo de nuevas terapias que contribuyan a mejorar los tratamientos y dar nuevas oportunidades a los pacientes, especialmente a los que tienen tumores más avanzados”, ha concluido.