Por Julia Porras
31 de mayo de 2023La migraña es una de las enfermedades más prevalentes e incapacitantes del mundo. De hecho, la OMS la considera como la principal causa de discapacidad entre los 15 y los 49 años, y la segunda causa en lo que se refiere a actividades en la vida diaria de las personas. Quien la tiene de forma crónica la sufre, como mínimo, 15 o más días al mes durante un mínimo de tres meses, algo que incapacita mucho más que quien la tiene de forma episódica.
Según un estudio del departamento de Neurociencias del Hospital Germans Trias de Badalona, el uso de la ecografía transcraneal -una técnica no invasiva, inocua y fácil de realizar-, puede jugar un papel importante en el diagnóstico de esta patología, ya que su uso ha descrito por primera vez la presencia de cambios estructurales en la sustancia gris periacueductal en pacientes con migraña crónica. Estas alteraciones, según el artículo publicado en la revista ‘The Journal of Headache and Pain’, podrían detectarse con la realización de esta prueba ecográfica en la misma consulta hospitalaria.
Aunque la fisiopatología de la migraña todavía no está plenamente comprendida, se sabe que en su generación están implicadas diferentes estructuras cerebrales. Entre ellas, uno de los núcleos del tronco encefálico, que se llama sustancia gris periacueductal. Ésta está formada por un conjunto de neuronas que, cuando no están alteradas, permiten la modulación del dolor y otros estímulos sensoriales. A pesar de saber esto, el diagnóstico preciso de la migraña, especialmente en la crónica, puede ser dificultoso, ya que los pacientes pueden sufrir un dolor de cabeza inespecífico que puede conducir a errar en el diagnóstico. Por eso, encontrar biomarcadores de migraña ayudaría no sólo a mejorar el conocimiento de la enfermedad, sino que también podría ayudar a establecer el diagnóstico y a predecir su progresión y respuesta a una terapia.
El estudio, realizado en la Unidad de Cefaleas del Hospital catalán durante dos años, ha incluido a más de un centenar de personas a las que se le ha practicado esta ecografía, más de la mitad de las cuales sufrían migraña crónica y episódica. Del total de pacientes, y en comparación con los individuos sanos y con migraña episódica, quienes la padecían de forma crónica presentaban diferencias ecográficas de esta sustancia gris periacueductal. Lola Vilas, neuróloga del hospital, pone en valor que éste sea el primer estudio que ha evaluado la presencia de alteraciones cerebrales en pacientes con migraña mediante ecografía transcraneal. Esta prueba ha demostrado ser útil en el diagnóstico de otras enfermedades neurológicas, ya que permite la visualización de estructuras cerebrales profundas. Por eso, la extensión y la generalización de esta prueba "podría convertirse en un biomarcador de cronificación de la migraña", ha dicho Vilas.
“Se necesitan nuevas herramientas para reducir el retraso en el diagnóstico de la migraña, para facilitar el inicio del tratamiento en fases más incipientes y detectar predictores de respuesta a los tratamientos”, ha añadido Laura Dorado, integrante del servicio de Neurología del centro hospitalario, y para quien la ecografía transcraneal puede ser útil para diagnosticar y pronosticar la migraña.
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