Migraña: la enfermedad que incapacita a más de un millón y medio de españoles

Alrededor de cinco millones de personas sufren migraña en nuestro país, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), de los cuales, 1,5 millones la padecen en su forma crónica, es decir, cuando experimentan dolor de cabeza más de 15 días al mes. Estos datos la sitúan como la tercera enfermedad más prevalente en el mundo.

La migraña es un tipo de cefalea primaria -una de las más frecuentes- caracterizada por un dolor pulsátil intenso, generalmente de un solo lado (hemicraneal). A menudo suele estar acompañada de náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz y al ruido y, una vez que se produce, puede durar incluso días, interfiriendo en las actividades diarias. 

Aunque suele aparecer en la pubertad, afecta principalmente al grupo comprendido entre los 35 y los 45 años, con el doble de prevalencia entre las mujeres, debido a las influencias hormonales. Pero, a pesar de ser una enfermedad tan común, aún no se conocen las causas exactas que la producen. De acuerdo con la doctora Lucía Vidorreta Ballesteros, especialista responsable de la Unidad de Cefaleas del servicio de neurología del equipo del doctor Alberto Pérez de Vargas, del Hospital Quirón San José de Madrid, “actualmente se desconoce una fisiopatología única y exacta, sin embargo, se han postulado distintos mecanismos que, en conjunto, permiten comprender las alteraciones presentes que originan la migraña. Entre estas se cuentan cambios estructurales, implicación de neuropéptidos, sensibilización e inflamación neurogénica”.  Es decir, se cree que podría estar causada por la activación de mecanismos encefálicos que conducen a la liberación de sustancias inflamatorias y dolorosas, alrededor de los nervios y vasos sanguíneos craneales. 

Según la SEN, la migraña crónica supone la primera causa de discapacidad en adultos menores de 50 años y algunos estudios la sitúan como la séptima causa más frecuente de incapacidad. “Esto, en parte, es debido al alto número de pacientes que no consulta con un médico y, por lo tanto, no recibe ni un adecuado diagnóstico ni tratamiento para su enfermedad”, explica la doctora Vidorreta. Además, a esto hay que añadirle que “existe un alto número de pacientes que se automedica con analgésicos sin receta”. 

El dolor provocado por una cefalea, y mantenido en el tiempo debido a un mal abordaje tanto diagnóstico como terapéutico, limita el día a día de los pacientes, produciendo una menor productividad laboral, desajustes en el sueño y, en ocasiones, llegando a desencadenar alteraciones psicológicas tales como ansiedad o depresión.

La migraña le puede suceder a cualquier persona en cualquier momento de su vida, porque la herencia de la migraña es poligénica, “por eso es difícil explicar a los pacientes que, tras varias generaciones sin migraña, aparezca un caso”, explica la doctora Vidorreta. La mayoría de los genes que van a predisponer a padecer migraña van a estar relacionados con la función neuronal, vascular o el estrés oxidativo. Otro aspecto a tener en cuenta es que, sobre esa herencia, hay factores ambientales que van a facilitar la aparición de la enfermedad, tales como los cambios hormonales en la mujer o situaciones de estrés, entre otros.

Cuidados de un paciente migrañoso

Es de vital importancia que cada paciente, junto con su neurólogo especialista, aprenda a identificar y caracterizar su tipo de dolor de cabeza. Existen tantos dolores de cabeza como pacientes y cada uno debe de ser partícipe de la evolución del mismo. “A menudo, en las consultas de la unidad de cefaleas, pedimos a los pacientes que realicen un calendario con sus días de dolor, la intensidad, la analgesia tomada, los síntomas acompañantes, así como posibles desencadenantes”, explica la doctora Vidorreta. Porque conocer en profundidad su cefalea permite al paciente actuar evitando factores agravantes, entre los que destacan el estrés, un mal descanso nocturno, el exceso de cafeína, el tabaco o el alcohol. “Además, ayuda al especialista a hacer un abordaje más completo y óptimo con el fin de minimizar tanto la frecuencia como la intensidad de las crisis”.

Los medicamentos pueden ayudar a prevenir algunas migrañas y hacerlas menos dolorosas, en combinación con medidas de autoayuda y cambios en el estilo de vida (fundamentalmente evitar la cafeína, el alcohol y el estrés, así como el control de factores de riesgo como el sobrepeso, dormir lo suficiente o realizar actividad física).

Para tratar la migraña crónica, las infiltraciones periódicas con toxina botulínica (botox) pueden ser de gran utilidad como analgésico. La toxina botulínica es una potente neurotoxina producida por la bacteria Clostridium Botulinum que ayuda a reducir la frecuencia e intensidad de los ataques. Su administración es muy sencilla; se hace mediante infiltraciones en la musculatura pericraneal, siguiendo el protocolo PREEMPT (según este protocolo, se colocan 31 pequeñas inyecciones en los lugares prescritos sobre la frente, los lados de la cabeza, y la parte posterior de la cabeza y el cuello y, adicionalmente, pueden aplicarse en seis  puntos de inyección adicionales en función del dolor). “Se trata de un procedimiento prácticamente indoloro, eficaz y seguro a largo plazo, que se realiza en la propia consulta de forma periódica cada tres o cuatro meses”, afirma la doctora. Su efecto tarda generalmente entre uno y cinco días en aparecer y dura de tres a seis meses. “El uso de bótox conduce a una reducción de la migraña en pacientes que no responden al tratamiento con otras terapias profilácticas, contribuyendo en gran medida a mejorar su calidad de vida”. 

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