Por Virginia Delgado
16 de abril de 2025El cáncer de páncreas es uno de los tumores más agresivos que existen y uno de los que tiene más limitadas sus opciones terapéuticas. En España se diagnostican unos 10.000 nuevos casos cada año y en el mundo, aproximadamente, 460.000. Los científicos estiman que en 2040 será el segundo tumor que más muertes ocasione.
Hace tiempo, los investigadores descubrieron que su agresividad se debe a que vive en un microambiente, denominado estroma, rodeado de proteínas y células que forman una especie de muralla a su alrededor. Una “fortificación” que le ayuda a aislarse e incluso favorece el crecimiento de células tumorales y la resistencia a los fármacos.
Entre las células no tumorales que colaboran a levantar ese “muro” se encuentran los fibroblastos. Hasta ahora se sabía que secretaba una proteína, Galectina-1, pero no que también se encuentra en su núcleo. Un descubrimiento que puede ser un factor determinante para diseñar nuevas estrategias terapéuticas contra el cáncer de páncreas.
Los responsables de este hallazgo son investigadores del Instituto de Investigación del Hospital del Mar, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona (IIBB), del área de Cáncer del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER), de la Mayo Clinic, del CaixaResearch Institute y del Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME) de Argentina.
Este equipo, al descubrir la presencia de Galectina-1 en el núcleo de los fibroblastos, llegó a la conclusión de que esta proteína tiene la capacidad de regular la expresión de múltiples genes importantes para la célula, sin modificar la secuencia del ADN. Uno de los genes sobre los cuales actúa es KRAS, que en los tumores pancreáticos juega un papel fundamental, ya que se encuentra en las células tumorales del 90% de los pacientes, pero mutado, por lo que se le considera uno de los principales responsables de su crecimiento descontrolado y de la agresividad del tumor.
Esta nueva “función” descubierta abre la puerta a diseñar nuevas estrategias médicas. "Hasta ahora los esfuerzos se centraban en inhibir la Galectina-1 secretada por el estroma que envuelve el tumor. Ahora, vemos que también hay que bloquear la proteína presente en el núcleo de los fibroblastos. Necesitamos encontrar nuevos inhibidores que actúen dentro de ellos y no sólo sobre la proteína que secretan”, ha explicado la doctora Neus Martínez-Bosch, investigadora del Instituto de Investigación del Hospital del Mar.
El doctor Gabriel Rabinovich, investigador del IBYME y de CaixaResearch Institute, ha añadido que la Galectina-1 también participa en procesos clave para el tumor como la formación de vasos sanguíneos y la resistencia a la inmunoterapia. “Esto adquiere particular importancia teniendo en cuenta la capacidad múltiple antitumoral de la inhibición de esta proteína”, ha concluido.
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores trabajaron con muestras de pacientes con cáncer de páncreas y llevaron a cabo experimentos in vitro con líneas de células humanas fibroblásticas.