Por Sergio Díaz
18 de septiembre de 2024Un estudio publicado en la revista Science of the Total Environment ha revelado que las mujeres expuestas a altos niveles de contaminación del aire durante el segundo trimestre de su embarazo tienen un riesgo casi cuatro veces mayor de sufrir depresión posparto, durante al menos tres años.
La investigación, liderada por la doctora Tracy Bastain de la Escuela de Medicina Keck en la Universidad del Sur de California (USC), señala que la exposición al dióxido de nitrógeno (NO2), presente en emisiones de vehículos y plantas de energía, y el PM10, que se refiere a partículas de menos de 10 micrómetros de diámetro, desde polvo y polen hasta contaminantes de fábricas e incendios forestales, incrementa el riesgo de depresión postparto. El estudio se realizó a 361 madres, desde el embarazo hasta tres años después del parto analizando sus niveles de exposición a la contaminación. “Lo realmente novedoso de este trabajo es que pudimos extender el examen de la depresión más allá del primer año posparto y hemos demostrado el efecto sostenido de la contaminación del aire durante el embarazo sobre los síntomas de depresión hasta los tres años posparto”, señala la doctora Tracy Bastain.
De acuerdo con el estudio, las mujeres con mayor exposición a la polución entre las semanas 12 y 29 del embarazo presentaron un riesgo alto de depresión posparto hasta cuatro veces mayor. El 17,8% de las mujeres tuvieron síntomas depresivos después de un año, el 17,5% después de dos años y el 13,4% después de tres años.
El estudio subraya la importancia de reducir la exposición a la contaminación del aire durante este periodo crítico del embarazo para prevenir la depresión en las madres. Además, la exposición a estas sustancias químicas en altas concentraciones o durante largos períodos de tiempo aumenta el riesgo de una persona de sufrir una variedad de problemas de salud, incluidos asma, ataque cardíaco e ictus.
Los expertos sugieren evitar actividades al aire libre en horas de alta contaminación para minimizar estos riesgos, especialmente durante periodos de tráfico intenso o incendios forestales.