Científicos españoles diseñan nanopartículas con residuos de aceitunas para tratar el cáncer

Un equipo multidisciplinar de la Universidad de Granada (UGR) ha desarrollado nanopartículas (NPs) de ácido maslínico, un compuesto natural extraído del residuo de la producción de aceite de oliva, que presenta importantes beneficios para la salud. Entre ellos, destaca su actividad antioxidante, que protege al cuerpo contra el estrés oxidativo y reduce el riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con el mismo, como enfermedades cardiovasculares, cáncer y envejecimiento prematuro. Estas nanopartículas también han demostrado un efecto antiinflamatorio y presentan propiedades antimicrobianas contra diversas bacterias y hongos, ayudando a combatir infecciones y prevenir el crecimiento de microorganismos patógenos en el cuerpo. Pero este compuesto destaca, sobre todo, por su potencial anticancerígeno.

“La investigación ha consistido en el desarrollo de nanopartículas a partir de la piel y los huesos de las aceitunas, lo que queda tras producir el aceite. Y es que se ha demostrado que, además de sus ya conocidos efectos antiinflamatorios y antioxidantes, tiene una prometedora acción inhibidora de las células tumorales y disminuye la formación de nuevos vasos, importante en la formación tumoral”, ha dicho el doctor Juan Antonio Marchal Corrales, uno de los investigadores del estudio y doctor en el departamento de Anatomía y Embriología Humana del Centro de Investigación Biomédica de la Universidad de Granada.

Este ácido maslínico promueve, además, la apoptosis o muerte celular programada en varios tipos de cáncer, como el de mama, colon y próstata. Sin embargo, la aplicabilidad de este compuesto se ve altamente limitada debido a su baja solubilidad de agua, por eso, “con estas nuevas nanopartículas, lo que hemos conseguido es aumentar la solubilidad del compuesto más de un millón de veces, permitiendo su aplicabilidad en diferentes campos y, sobre todo, en el campo del cáncer”, ha puntualizado el doctor Marchal.

Estas nanopartículas se han diseñado también para poder transportar en su interior otros fármacos insolubles en agua, consiguiendo un doble efecto antitumoral, el derivado del propio ácido maslínico y el del fármaco encapsulado, lo que ofrece una solución prometedora para mejorar la eficacia de los tratamientos contra el cáncer. Por otra parte “hemos modificado la superficie de estas nanopartículas para que, cuando actúen, no dañen a las células sanas, con lo que el efecto del fármaco sería mayor y podríamos reducir la dosis de quimioterapia que es tan tóxica para el cuerpo”, ha dicho el doctor Marchal.

Estudios en ratones

Los estudios realizados con ratones confirmaron la ausencia de toxicidad de estas nanopartículas y la posibilidad de ser administradas, tanto de forma intravenosa como por vía oral. Es importante destacar que la administración oral es considerada la vía de preferencia en la administración de fármacos, debido a su alta aceptación por parte de los pacientes. Estas NPs están formuladas, además, con una cubierta polimérica que permite la unión de moléculas de direccionamiento, lo que facilita un tratamiento antitumoral más selectivo, dirigido a las células tumorales, pero no a las sanas.

El trabajo ha sido financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, así como por la Cátedra Doctores Galera y Requena de Investigación en células madre cancerígenas de la UGR. Los resultados de este trabajo, realizado en ratones, han sido publicados en la revista científica “Biomedicine & Pharmacotherapy” y ya se ha solicitado una patente. “Este es un salto importante en la búsqueda de estrategias terapéuticas que produzcan menos efectos secundarios y que busquen tratamientos más selectivos para tratar el cáncer de mama triple negativo y el de páncreas, que son de los que tienen más mortalidad”, ha concluido el doctor Marchal.

 

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