Por Andrea Rivero
25 de septiembre de 2023Las farmacias son una parte viva muy importante de los barrios y pueblos, por lo que los profesionales que trabajan en ellas son indispensables. En muchas ocasiones, ellos son los primeros a los que acudimos si tenemos síntomas leves o si tenemos alguna duda sobre salud. Y es que los farmacéuticos tienen un rol mucho más importante que el de dispensar fármacos u otros productos sanitarios y de autocuidado, también pueden detectar necesidades sanitarias, aconsejar un tratamiento o recomendar una visita médica. Más allá de esto, se trata de una profesión dinámica, con retos y objetivos por cumplir por los más de 80.000 farmacéuticos que hay en España, según el Consejo General de Colegios Farmacéuticos.
“La farmacia española tiene una firme vocación de servicio y de colaboración con propuestas siempre dirigidas a fortalecer y ampliar las capacidad del Sistema Nacional de Salud. Entre otros, reforzando los principios de equidad e igualdad en el acceso a los medicamentos; en la atención y apoyo a los colectivos más vulnerables o en desafíos como el envejecimiento, la despoblación o el desarrollo de un nuevo modelo de salud pública adecuado a las necesidades postcovid”, destaca el presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos de España, Jesús Aguilar.
Desde sus inicios la función del farmacéutico ha evolucionado de forma notable. En su origen se encargaba de preparar los medicamentos que requerían los pacientes, elaborarlos y dispensarlos informando sobre su utilización, mediante la fórmula magistral que prescribía el médico. Sin embargo, aunque ya no preparan los remedios, deben mantenerse actualizados constantemente porque surgen nuevos medicamentos, nuevas indicaciones y nuevos cuidados para las diversas patologías.
Asimismo, deben ser expertos conocedores de las complejidades que hay tras los fármacos de hoy en día. Estos comportan una serie de características que no tenían los antiguos remedios en cuanto a que sus indicaciones son cada vez más específicas, su potencia es mayor, los riesgos de reacciones adversas son más graves, su dosificación puede ser más compleja en algunos casos y el riesgo de interacciones es más frecuente. En definitiva, necesitan una mayor vigilancia y control.
Los farmacéuticos son los profesionales de la salud más cercanos a nuestros hogares y, para muchas personas, son uno de sus principales apoyos cuando su salud sufre algún contratiempo. Además, contribuyen a que los sistemas de salud sean más eficaces y eficientes con su actuación en diferentes ámbitos, desde la educación sanitaria, la detección precoz y el cribado de enfermedades hasta el seguimiento de los tratamientos o las campañas de vacunación. Pero, además, los sistemas presentan una “amplia gama de necesidades que pueden satisfacer los farmacéuticos, lo que aliviaría la presión asistencial y ahorraría tiempo a otras estructuras del sistema sanitario”, subraya Dominique Jordan, presidente de la Federación Internacional Farmacéutica (FIP). Esto explicaría el motivo por el cual, este año, el Día Mundial del Farmacéutico se celebra bajo el lema “Fortaleciendo los sistemas sanitarios con los farmacéuticos”.
El objetivo que comparten los miembros que conforman el sistema sanitario se centra en favorecer la eficacia y la eficiencia del mismo. Para lograr este fin, es esencial impulsar la sinergia entre todos ellos, facilitando la coordinación entre médicos y enfermeros con los farmacéuticos. La actuación de estos últimos abarca numerosos ámbitos que van más más allá de la farmacia comunitaria, tales como la farmacia hospitalaria, la farmacia de Atención Primaria, la óptica, la alimentación, la ortopedia, la dermofarmacia, la distribución farmacéutica, los análisis clínicos o la docencia y, en general, el conjunto de la salud pública.
En este sentido, la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de A Coruña, Sara Catrain González, añade que, "los últimos acontecimientos, especialmente la pandemia, han hecho que la profesión farmacéutica haya acelerado en su posicionamiento asistencial, una orientación que los farmacéuticos siempre hemos tenido, pero que en los últimos años se ha acrecentado. Los farmacéuticos hospitalarios son la joya de la corona de cualquier hospital, la distribución farmacéutica es un ejemplo de saber hacer y de profesionalidad, hay farmacéuticos en atención primaria, trabajando codo con codo con otras profesiones sanitarias, los farmacéuticos especialistas en análisis clínicos han sido otro motor de la profesión con las pruebas PCR, y los farmacéuticos comunitarios, además de la cercanía al paciente, apuestan cada día por ofrecer servicios profesionales con valor asistencial: elaboración de SPD, atención farmacéutica, o formulación magistral, entre otros".
En un día como hoy, no nos podemos olvidar de la labor de los farmacéuticos rurales, que como recuerda Irene González Orts, farmacéutica comunitaria y divulgadora de salud, en muchas ocasiones son los sanitarios más accesibles para esta población. “En muchos de estos lugares el acceso a un profesional sanitario se hace mediante el farmacéutico, porque casi en cada pueblo de España hay una farmacia. Lo que hace este profesional es acercar la salud a toda esta población, sobre todo, a la población mayor”. Es más, de acuerdo con el informe “La Oficina de Farmacia en España”, el 99% de los habitantes españoles tiene una farmacia cerca de su lugar de residencia.
"Sin duda, el farmacéutico es el profesional sanitario de cercanía con diferencia, esto nos coloca en una posición, muchas veces, de confianza, que hace que trabajar con los pacientes en sus mejoras de salud, o en los buenos hábitos, en todo lo relacionado con el medicamento, sea para los farmacéuticos, y para los pacientes, algo natural", concluye la presidenta del colegio de A Coruña.