Los preescolares, los más afectados por los errores de medicación

El uso seguro de los medicamentos es algo que los pacientes damos por hecho, sin embargo, los errores a veces ocurren y, cuando el problema se traslada al área pediátrica, la repercusión suele ser mayor. En este sentido, la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) ha publicado un estudio en el que se han analizado ocho hospitales españoles y ha concluido que los errores de medicación en la población pediátrica que acude a urgencias se producen en la prescripción, por automedicación y en la administración, provocando daños en los pacientes en un tercio de las ocasiones. Además, estos errores afectan más habitualmente a los preescolares de entre uno y cinco años. 

Los ocho centros que han participado en esta investigación son el Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia, el Hospital Universitario Vall d'Hebron de Barcelona, el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, el Complejo Materno Insular de Gran Canaria, el Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid, el Hospital Universitario de Salamanca, el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid y el Hospital General Universitario Gregorio Marañón también de la capital. 

Los investigadores analizaron esta situación ya que los errores de medicación son más frecuentes y de mayor gravedad en niños que en adultos. Los factores que contribuyen a aumentar el riesgo de errores son diversos, aunque los más habituales son: la necesidad de realizar múltiples cálculos para individualizar las dosis en función de la edad y el peso corporal del paciente, el déficit de formulaciones adaptadas a la pediatría, la necesidad de utilizar medicamentos en condiciones diferentes a las autorizadas en su ficha técnica y la falta de información adecuada sobre la dosificación pediátrica. 

De unidades neonatales a urgencias

Este tipo de errores se producen en todos los ámbitos sanitarios, aunque, según los resultados del informe, su incidencia es mayor en las unidades neonatales, en cuidados intensivos pediátricos y en los servicios de urgencias. Por otro lado, dichos errores suceden más habitualmente durante la prescripción y la administración, incluida la administración domiciliaria por parte de los progenitores o tutores. 

Durante el periodo de estudio se registraron 99.797 visitas a los servicios de urgencias pediátricos de los hospitales participantes y se detectaron errores de medicación en 218 pacientes, un 0,2%. De estos errores, 74 causaron daños a los afectados, el 33,9%, y el 10,6% precisó de hospitalización u observación en las camas de urgencias. El grupo de edad con mayor tasa de error de medicación fue el de los preescolares (de uno a cinco años), aunque los escolares (de seis a 12 años) y adolescentes (de 13 a 16 años) fueron los que experimentaron daño con mayor frecuencia. 

Poniendo cifras a todos los resultados los errores de prescripción fueron los más habituales, representando el 66,1% del total (144/218) y el 67,6% de los errores que causaron daño (50/74). De estos errores de prescripción, el 45,9% tuvo lugar en las consultas de pediatría y en urgencias de los centros de atención primaria, mientras que el 7,4% se originaron en centros de atención especializada. Por otra parte, el 16,5% fue debido a la automedicación y el 15,6% por la administración de familiares o cuidadores. 

Los tipos de errores más habituales que detectaron los investigadores fueron una dosis errónea en el 51,4% de los casos y un medicamento erróneo/prescripción inadecuada en el 46,8%. 

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