Por Andrea Rivero
20 de febrero de 2023El embarazo y la maternidad son dos términos que tienden a ir de la mano de emociones y pensamientos positivos, pero la realidad va más allá. Tras nueve meses de embarazo, donde el cuerpo sufre cambios radicales, muchas mujeres sienten como su físico no las representa y por eso algunas recurren al llamado mommy makeover.
Esta nueva tendencia no es más que un conjunto de intervenciones quirúrgicas sinérgicas que se pueden realizar tras el embarazo para volver a armonizar el cuerpo de la mujer. El objetivo es eliminar las secuelas físicas que hayan quedado como la flacidez o el abdomen distendido.
Algunos de los cambios que sufre el cuerpo pueden recuperarse de manera natural, pero otros serán irreversibles. De acuerdo con la doctora Nélida Grande Mieza, vicepresidenta de cirugía estética de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE), “un embarazo provoca un cambio importante en el cuerpo de la mujer que se verá afectado en función de sus características genéticas, su edad, su estilo de vida, cuánto se incremente de peso en el mismo, el tiempo que dé lactar y la distensión abdominal que tenga según sea el niño”.
Las técnicas mommy makeover se centran en mejorar las dos partes del cuerpo que más cambian, el abdomen y el pecho. La doctora Grande aclara que “los músculos rectos del abdomen se distienden para dar cabida al bebé y hacen que el abdomen protruya”. Otra de las zonas que se ve afectada son las mamas que, “crecen al subir la leche, pero después o vuelven a ser como eran (que es lo menos probable), o se caen o se vacían o crecen y se hacen más grandes”.
Las intervenciones
Para
mejorar la zona abdominal se suele realizar una abdominoplastia o una lipoabdominoplastia.
La abdominoplastia busca eliminar el exceso de piel y grasa de la zona
media e inferior y tensar la musculatura. Por otro lado, la lipoabdominoplastia
tiene el mismo objetivo, pero trata de manera íntegra la zona del tronco.
En cuanto a la zona de los pechos se pueden realizar dos tipos de cirugía, una mamoplastia o una mastopexia. La mamoplastia puede ser de aumento, usando implantes, o de reducción, eliminando tejido graso, mamario o piel, con el fin de remodelar y dar forma a la mama. Por otro lado, una mastopexia va dirigida a conseguir la elevación del pecho.
Grande Mieza aclara que no hay que recurrir a la cirugía como primera opción. “Para corregir todo lo que ha provocado el embarazo, lo primero es volver a un estilo de vida saludable, un poco de dieta y deporte, ejercicios hipopresivos a nivel abdominal para recuperar la musculatura si se puede. Tras ello y dejar de dar de mamar si así lo desea, podría someterse a las operaciones si no ha logrado volver a ser la que era”.
En algunos casos se pueden realizar otras cirugías como la de nalgas y de la zona genital dependiendo de las necesidades de cada paciente. Este grupo de cirugías se pueden realizar tras haber pasado seis meses desde el parto y que el cuerpo se haya recuperado de manera natural. Una vez pasado este periodo se podrá evaluar las necesidades reales de cada cuerpo.