Por Juan García
16 de septiembre de 2025Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo, representando casi una de cada tres muertes según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aun cuando las consecuencias no son fatales, estas enfermedades provocan también una creciente carga asistencial y económica para los sistemas sanitarios, así como importantes limitaciones para la salud de los pacientes por el elevado número de comorbilidades que tienen asociadas.
Los pulmones, el cerebro y también los riñones, se resienten cuando el sistema circulatorio comienza a fallar. En el caso de estos últimos, el fallo renal asociado a la insuficiencia cardiaca da lugar al síndrome cardiovascular renal metabólico, frente al que actúa la finerenona (Kerendia), el fármaco de la compañía Bayer del que Bernardo Kanahuati es jefe de producto, además de vicepresidente senior y director global de la división cardiorenal en la farmacéutica alemana. Este medicamento es una de las puntas de lanza del tridente de la compañía frente a la insuficiencia cardiaca, que completan vericiguat (Verquo) y acoramidis (Beyonttra).
Tras su paso por el Congreso Europeo de Cardiología, en el que Bayer hizo gala de las últimas evidencias científicas sobre este portfolio de medicamentos, el directivo, un rostro conocido en nuestro país, pues fue el presidente de Bayer en España y Portugal hasta hace algo más de un año, conversa con Medicina Responsable sobre las soluciones que trata de poner la compañía ante unas patologías frente a las que, según apunta, siguen existiendo importantes necesidades médicas por cubrir.
Con el ojo puesto en el convulso tablero geopolítico que afecta al sector farmacéutico, ante la pérdida de competitividad de la industria europea en los últimos años y la imposición de aranceles por parte de la administración estadounidense, el directivo apunta a los retos que las autoridades de la Unión Europea deben afrontar: “Está claro que Europa debe crear un ecosistema mucho más ambicioso que atraiga a los innovadores, acelere la traducción de la ciencia en productos impactantes y garantice el acceso a tratamientos y vacunas de vanguardia”.
¿Qué importancia tienen los tratamientos para la insuficiencia cardiaca para Bayer? ¿Cuál es la visión de la compañía en esta área?
Bayer es un líder en cardiología. Nuestra visión es transformar el abordaje de las enfermedades cardiovasculares (ECV) para mejorar la salud de los pacientes y reducir la inmensa carga personal y social en áreas donde podemos mejorar el estándar de atención. Es por esa razón que la insuficiencia cardíaca es una de nuestras áreas de enfoque, sabemos que hay una clara necesidad de continuar innovando y de aportar más opciones para mejorar la salud de estos pacientes.
Hemos establecido un enfoque claro en el desarrollo de terapias innovadoras para tratar la insuficiencia cardíaca y las miocardiopatías, junto con la enfermedad renal crónica (ERC) y el accidente cerebrovascular, y es nuestra ambición asumir un papel de liderazgo en la atención de pacientes con estas enfermedades.
¿Qué futuro ve la compañía para Kerendia?
Kerendia está actualmente aprobado en más de 95 países para la enfermedad renal crónica (ERC) asociada con la diabetes tipo 2, siendo el primer y único fármaco de su clase aprobado para ralentizar la progresión de este fallo renal.
Nuestro ensayo FINEARTS-HF ha mostrado beneficios cardiovasculares significativos en pacientes con insuficiencia cardíaca y una fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) del 40% o más. El programa de ensayos FINEOVATE, que incluye 10 ensayos de fase III, representa uno de los programas cardio-renales más grandes e importantes hasta la fecha, con seis estudios centrados en la enfermedad renal y cuatro (el programa MOONRAKER) dedicados a la insuficiencia cardíaca.
De cara al futuro, estamos entusiasmados por los próximos resultados del estudio FINE-ONE en enfermedad renal crónica asociada con la diabetes tipo 1 y el estudio FIND-CKD en enfermedad renal crónica no diabética, que proporcionarán más información sobre el potencial de Kerendia.
Entendemos que hay una necesidad insatisfecha importante por la escasez de terapias aprobadas para la insuficiencia cardíaca con FEVI ≥40%. Finerenona tiene el potencial de convertirse en un pilar esencial en el paradigma de tratamiento de los pacientes que padecen estas enfermedades.
¿Cómo funciona el mecanismo de acción de este fármaco y en qué difiere de otros de su clase?
Finerenona difiere farmacológicamente de los MRA esteroides en potencia, selectividad, especificidad, farmacocinética y distribución tisular. Es un antagonista selectivo del receptor mineralocorticoide (MR) no esteroidal que ha demostrado bloquear los efectos nocivos de la sobreactivación del MR. La sobreactivación del MR contribuye a la progresión de la enfermedad renal crónica (ERC) y al daño cardiovascular, que puede ser generado por factores metabólicos, hemodinámicos, así como por factores inflamatorios y fibrosos. Debido a su distinto mecanismo de acción, finerenona puede complementar otras terapias para la insuficiencia cardíaca y permitir abordar diferentes vías.
¿Cómo ha cambiado el tratamiento de las comorbilidades asociadas a la insuficiencia cardiaca en los últimos años y qué papel ha jugado la finerenona en este sentido?
Cada vez más, las personas viven con múltiples problemas de salud, por lo que necesitan un apoyo personalizado que tenga en cuenta todas sus necesidades. Más de tres cuartas partes de los pacientes (77.8%) tienen dos condiciones cardio-renales-metabólicas al mismo tiempo: el corazón y los riñones están vinculados en la salud y la enfermedad, y existen vías mecánicas compartidas y factores de riesgo que aumentan la morbilidad y la mortalidad. El 40% de los pacientes con insuficiencia cardíaca también tienen ERC, y estas condiciones comparten factores de riesgo como la obesidad, la diabetes y la hipertensión.
La insuficiencia cardíaca es una condición compleja y heterogénea, con diferentes causas subyacentes, perfiles de pacientes y presentaciones clínicas. Tradicionalmente, el tratamiento de la insuficiencia cardíaca ha involucrado una combinación de medicamentos y terapias con dispositivos para el manejo de síntomas, retención de líquidos y modulación de la contractilidad cardíaca. Hay una alta necesidad médica no satisfecha, atribuible al alto riesgo residual que permanece a pesar de los tratamientos disponibles. En Bayer, reconocemos esta complejidad y hemos desarrollado terapias que abordan diferentes aspectos de las condiciones cardiovasculares. Nuestro portafolio ofrece opciones terapéuticas que forman parte de un enfoque de tratamiento integral y personalizado para ayudar a mejorar los resultados para los pacientes que viven con insuficiencia cardíaca.
Si bien finerenona no está actualmente aprobada fuera de EE. UU. para la insuficiencia cardíaca con una FEVI ≥40%, está recomendada en múltiples guías internacionales como un pilar de terapia para mejorar los resultados renales y cardiovasculares en estos pacientes.
¿Qué novedades o investigaciones prometedoras tienen en este campo?
El portafolio de Bayer abarca tratamientos cardiovasculares comercializados y un pipeline de I+D integral con la insuficiencia cardíaca como área de enfoque, lo que nos brinda la oportunidad de cubrir todo el espectro de la insuficiencia cardíaca.
Para Kerendia, además de FINEARTS-HF, el programa MOONRAKER en insuficiencia cardíaca crónica abarca tres estudios adicionales en fase III en curso, colaborativos y patrocinados por investigadores, formando uno de los programas de ensayos de insuficiencia cardíaca más grandes y completos hasta la fecha, con alrededor de 15,000 pacientes. Estos ensayos tienen como objetivo obtener un conocimiento integral de finerenona en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca, examinando su eficacia y seguridad en un amplio espectro de pacientes y entornos clínicos. Los tres estudios adicionales complementarán nuestro estudio de fase III FINEARTS-HF y esperamos que los hallazgos proporcionen orientación adicional sobre la posible implementación clínica de finerenona para ayudar a mejorar los resultados de los pacientes y reducir la tremenda carga de enfermedad de la insuficiencia cardíaca.
Además, tenemos un programa clínico de insuficiencia cardíaca que investiga una terapia génica con nuestro socio Ask Bio. Este programa también está avanzando muy bien. La terapia génica AB-1002 está actualmente bajo investigación como un nuevo enfoque potencial para tratar la insuficiencia cardíaca congestiva. Como terapia génica de una sola vez, se administra al corazón y está diseñada para transferir un gen que apunta directamente a las células cardíacas para mejorar la función cardíaca.