Más del 30% de las llamadas al teléfono de atención a la conducta suicida son de menores de 30 años

El teléfono de atención a la conducta suicida 024, que se puso en marcha el pasado 10 de mayo de 2022 con el objetivo de prevenir el suicidio entre la población, ha recibido más de 93.000 llamadas desde su creación, de las que aproximadamente un 30% han sido de menores de 30 años. Así lo ha informado la ministra de Sanidad, Carolina Darias.

El último caso de suicidio de las gemelas de Sallent, en la provincia de Barcelona, ha vuelto a poner de relieve un problema que, desde la pandemia, se ha hecho más evidente:  el aumento de las conductas suicidas en niños y adolescentes. Así, entre 2020 y 2022 1.949 niños y adolescentes intentaron quitarse la vida en nuestro país, según el estudio sobre Conducta Suicida y Salud Mental en la Infancia y la Adolescencia en España (2012-2022), realizado por la Fundación Anar. Es más, sólo en los primeros ochos meses del año, explica el informe, 906 jóvenes tuvieron un intento de suicidio, la cifra más alta de la última década.

De acuerdo con la Fundación Anar, la situación de crisis sanitaria producida por la pandemia ha supuesto una ampliación de los riesgos psicosociales como el aislamiento, el maltrato intrafamiliar, el hacinamiento, el abuso de las tecnologías, las barreras asistenciales a la salud mental o la pobreza, factores que influyen en las conductas suicidas de niños y adolescentes.

La violencia contra el menor de edad, que se produce en un 60,9% de los casos, y los trastornos de salud mental, que suponen un 27,4%, son los problemas más destacados de los asociados a la conducta suicida, con un incremento de la incidencia entre 2019-2022, del 17,9% al 34,5%. 

A pesar de estos datos tan preocupantes, entre los años 2019 y 2022 sólo el 44% de los niños y adolescentes con conducta suicida recibieron tratamiento psicológico.

Programa de Prevención del Ministerio de Sanidad

El Ministerio de Sanidad, dentro del programa de Estrategia de Salud Mental tiene a disposición de los profesionales una Guía de Práctica Clínica de Prevención y Tratamiento de la Conducta Ssuicida y,  referida a la conducta suicida en la infancia y la adolescencia. Así, entre las recomendaciones principales está la de realizar una amplia evaluación psicopatológica y social prestando especial atención a la familia y su situación social del menor. Por otro lado se recomienda preguntar al niño directamente sobre la presencia de ideación suicida o planificación, sobre su conducta suicida pasada y otros factores de riesgo, así como ampliar la evaluación a personas cercanas como profesores.

De cara a la prevención de este problema la conducta suicida en niños y adolescentes con trastornos mentales, una de las causas más comunes del suicidio infanto-juvenil, se recomienda: realizar una evaluación rigurosa del riesgo de suicidio para valorar la estrategia de tratamiento más beneficiosa en cada caso y, prestar especial atención a la presencia de trastornos comórbidos (dos o más trastornos simultáneos). Valorar de forma periódica los síntomas de depresión, ideación suicida y los posibles eventos vitales estresantes, favorecer la coordinación entre los diferentes profesionales y niveles asistenciales para realizar un adecuado seguimiento y valorar como opciones de tratamiento el tratamiento tanto el psicoterapéutico como el , farmacológico, el tratamiento combinado y, en ocasiones excepciones, la terapia electroconvulsiva.

Por otro lado, se recomienda dar pautas a los padres y cuidadores sobre el control del acceso directo por parte de niños y adolescentes a fármacos, armas de fuego u otros medios potencialmente letales. En cuanto a los profesionales se recomienda que estos tengan en cuenta el uso patológico de Internet y redes y su uso inadecuado entre niños y adolescentes.

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