Por Andrea Rivero
9 de octubre de 2023La atención a la salud mental de las personas es indispensable para el desarrollo de la calidad de vida y el ejercicio pleno de una ciudadanía en la que se unan derechos y deberes. Tal y como estableció en su día la Declaración de Helsinki de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la salud mental de 2005, “no hay salud sin salud mental”. Sin embargo, aunque cada vez haya menos tapujos a la hora de hablar de este tipo de problemas, siguen existiendo otros obstáculos para su tratamiento. Según datos de la Confederación de Salud Mental España, el 57% de los españoles considera que acudir a un profesional de la salud mental es económicamente inaccesible. Esto, unido a las largas listas de espera de la sanidad pública, donde ser valorado por los servicios de psiquiatría puede demorarse dos meses de media, se ha convertido en un grave problema si se tiene en cuenta que el 22,8% de los españoles atraviesa algún problema de salud mental.
Los trastornos mentales más comunes que sufrimos los españoles son la depresión, la ansiedad y la esquizofrenia, que afectan particularmente a colectivos más vulnerables como los ancianos, las personas LGTB y los jóvenes. En este sentido, el doctor Fernando Mora, jefe de Sección de Psiquiatría en el Hospital Universitario Infanta Leonor y profesor de Psiquiatría en la Universidad Complutense de Madrid, indica que, “España es uno de los países de la Unión Europea con más prevalencia de enfermedades mentales en la franja de edad de los 10 y 18 años, una cifra que está en torno al 15-20%. Los jóvenes son un grupo de población especialmente vulnerable porque el 50% de los problemas de salud mental comienzan en la infancia o en la adolescencia”.
En línea con el doctor Mora, el IV Barómetro Juvenil 2023. Salud y Bienestar, publicado por la Fundación Mutua Madrileña y Fad Juventud, muestra que, solamente el 36,6% de los jóvenes afirma no haber experimentado ningún problema de salud mental en el último año frente a un 17,4% de jóvenes que experimentan este tipo de problemas de forma habitual.
Las cifras actuales muestran la importante incidencia que presentan los trastornos de salud mental en España. Por ello, desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) exigen que se refuerce la atención a la salud mental con más profesionales y con un aumento de la inversión. De acuerdo con datos de la Sociedad Española de Psiquiatría, la salud mental supone tan solo el 5% del gasto sanitario total, frente a la media del 7,5% de los países de nuestro entorno.
Por otro lado, desde CSIF recalcan que el suicidio es la primera causa de muerte no natural en nuestro país, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En el año 2022 las cifras de suicidios se incrementaron un 2,3% con respecto al año anterior, con un total de 4.097 suicidios. Por ello, reclaman que se lleve a cabo un aumento del número de plazas en especialidades en Psicología, Psiquiatría, Enfermería especializada en salud mental y terapeutas ocupacionales. En concreto, harían falta 5.640 profesionales de psicología clínica y 3.948 profesionales de psiquiatría para equipararnos a la media europea.
Por último, desde el sindicato insisten en la necesidad de actualizar el cuadro de trastornos mentales relacionados con el trabajo y actualizarlo para incluir el síndrome del trabajador quemado o burnout y otros trastornos del comportamiento, como el estrés postraumático, siguiendo la recomendación de la Comisión Europea y de la Organización Mundial del Trabajo (OIT). “La protección de la salud mental en el trabajo es un derecho”, subrayan.