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Estas son las enfermedades más comunes de la tiroides y sus desencadenantes

El hipotiroidismo y el hipertiroidismo son algunas de las enfermedades más habituales de la tiroides

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Estas son las enfermedades más comunes de la tiroides y sus desencadenantes

Por Andrea Martín

25 de abril de 2024

La tiroides es una glándula de unos cuatro centímetros, aproximadamente, que se describe clásicamente en forma de mariposa y que está localizada en la parte anterior del cuello. Esta se encarga de producir hormonas tiroideas y, tal y como explica la doctora Alessandra Luque, especialista del Servicio de Endocrinología y Nutrición del centro médico-quirúrgico Olympia Quirónsalud, estas hormonas tienen implicación en múltiples funciones de nuestro metabolismo y órganos.

Para poder hablar sobre las enfermedades más comunes de la tiroides, la doctora asegura que es fundamental conocer los factores que pueden afectar a la glándula tiroidea y, a partir de ahí, determinar qué enfermedades podría producir.

En primer lugar, los trastornos autoinmunes. En ocasiones, nuestro sistema inmunológico se equivoca y ataca a nuestros órganos como si fueran un “agente invasor”, como un virus o una bacteria. En este caso, “ataca a nuestra glándula tiroidea, produciendo anticuerpos dirigidos contra ella y provocando que trabaje mal”.

En el caso de que la glándula “trabaje de menos”, se produciría un hipotiroidismo primario autoinmune, más conocido como Enfermedad de Hashimoto, produciendo síntomas como falta de energía, aumento inexplicado de peso, piel seca, tendencia a estreñimiento, sensación de frío y caída de pelo; entre otros. Según la especialista, hoy en día, “esta es la causa más frecuente de hipotiroidismo en nuestra especialidad y la vemos muchísimo en consulta”.

Por el contrario, existe el hipertiroidismo primario autoinmune o Enfermedad de Graves-Basedow, en el que se da una mayor producción de hormona tiroidea y cuyos síntomas principales son las palpitaciones, pérdida de peso inexplicable, sensación de más calor del habitual, nerviosismo, temblores, insomnio, alteraciones menstruales y, “algunas veces, puede afectar a los ojos con exoftalmos u ojos saltones”, añade la experta.

Otro de los factores que afectan a la glándula tiroidea son los tumores, ya que pueden formarse nódulos dentro de la misma. En ese sentido, la especialista afirma que, “por suerte, la gran mayoría son benignos, solo un 5% pueden ser malignos, de ahí la importancia de hacer una ecografía si hay sospecha de algún nódulo a la palpación física, antecedente familiar o antecedente personal, como la radioterapia cervical, por ejemplo”.

Estos tumores pueden afectar a la producción de hormonas tiroideas o causar síntomas compresivos en la tráquea, así como molestias para tragar, dependiendo de la localización y del tamaño, sobre todo. Por lo general, “si son benignos y asintomáticos, solo se hace seguimiento ecográfico, pero, si son grandes y causan molestias, se deben tratar quirúrgicamente o con tratamientos menos invasivos”.

Otro desencadenante son los medicamentos, ya que pueden interferir con la función tiroidea. “Por ejemplo, el exceso de yodo en medicamentos utilizados en cardiología para tratar las arritmias o contrastes radiológicos yodados pueden desencadenar problemas tiroideos en personas susceptibles. También el litio, para el trastorno bipolar o, en el tratamiento del cáncer, la inmunoterapia, que se ha estado usando más en los últimos años, pueden alterar la producción de hormonas tiroideas”, explica.

Las infecciones, sobre todo las virales respiratorias altas, podrían causar una tiroiditis en algunas personas. “Se trata de una inflamación transitoria de la glándula tiroidea en la que uno puede notar dolor en la glándula importante con fases de hiper/hipotiroidismo, que suele resolverse con antiinflamatorios para el dolor y no es necesario un tratamiento específico.

Por último, los factores genéticos también influyen en el desarrollo de enfermedades tiroideas, ya que la predisposición genética puede influir en la susceptibilidad a desarrollar trastornos tiroideos. “Las personas con antecedentes familiares de enfermedades tiroideas pueden tener un mayor riesgo. En general, las mujeres son más susceptibles de desarrollar enfermedades tiroideas que los hombres”, indica la doctora Luque.

Tal y como concluye la especialista, es importante tener en cuenta que, algunas veces, los síntomas pueden ser inespecíficos, sobre todo si se presentan de forma aislada, pero, cuando se presenta más de uno, sería recomendable realizar una analítica con hormonas tiroideas.



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