Por Medicina Responsable
31 de octubre de 2024La fibrilación auricular es el tipo de arritmia cardiaca más frecuente, afectando, según las estimaciones, a más de medio millón de personas en España. Para su abordaje, el procedimiento más habitual es la ablación de las venas pulmonares, una técnica que consiste en “aislar” las venas pulmonares para detener los impulsos eléctricos irregulares que causan la disfunción. Esto se conseguía tradicionalmente mediante la aplicación de calor (radiofrecuencia) como de frío (crioablación), aunque en la actualidad hay una novedosa técnica que permite unos resultados más precisos y con menos perjuicios para el paciente: la ablación por electroporación.
Por arritmia entendemos el trastorno que da lugar a anomalías en el latido cardiaco, con un bombeo irregular demasiado lento o demasiado rápido. Cuando este latido irregular supera los 100 latidos por minuto, es lo que se conoce como fibrilación auricular. Esta patología se caracteriza por un comportamiento deficiente del corazón, de forma que las aurículas no se contraen como deberían y no impulsan la sangre de forma adecuada. El doctor Gonzalo Pizarro, jefe de Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo, señala que esta afección “puede originar trombos cardiacos y desencadenar insuficiencia cardiaca, originando una importante limitación en la calidad de vida”.
Su compañero, el doctor Adolfo Fontenla, miembro de la Unidad de Arritmias del mismo hospital explica que, aunque los tratamientos convencionales de ablación son seguros, “este tipo de lesiones térmicas pueden extenderse a estructuras vecinas como el esófago o los nervios que rodean al corazón”. Frente a estos inconvenientes, el avance de las técnicas ha permitido realizar esta ablación de las venas pulmonares mediante electroporación. Esta técnica consiste en la emisión de campos eléctricos a través de un catéter que destruyen selectivamente las células cardiacas que propagan la fibrilación auricular, respetando el resto de tejidos. "El efecto observado de la electroporación en la actividad eléctrica cardiaca es inmediato, lo que permite realizar la intervención en menos tiempo y de una forma, incluso, más segura", apunta el doctor Fontenla.
Por su parte, el jefe de la Unidad de Arritmias del citado hospital, el doctor Tomás Datino, apunta que es una terapia “en auge” y que “está siendo introducida en las Unidades de Arritmias más punteras del mundo, no solo para tratar la fibrilación auricular, sino también para otras arritmias cardíacas”. En este sentido, destaca el “gran avance” para los pacientes que supone tenerlo en este centro hospitalario.
Las arritmias pueden tener un origen genético, aunque no es lo más habitual. Lo más frecuente es que aparezcan como consecuencia del envejecimiento o la adquisición de hábitos de vida poco saludables. El alcohol, la obesidad, la diabetes o, en el caso de la fibrilación auricular, la hipertensión como desencadenante más común. Por ello, para evitar estos factores de riesgo, la mejor forma de actuar preventivamente es llevar un estilo de vida saludable.