Por Juan García
31 de julio de 2024Tras años de reivindicaciones por parte de las sociedades científicas y colectivos de profesionales de Atención Primaria (AP), los residentes de Medicina Familiar y Comunitaria contarán con un nuevo programa formativo a partir del próximo curso. Esta reforma llega dos décadas después de la implementación del actual modelo, un periodo durante el cual la especialidad y el sistema sanitario en su conjunto han experimentado grandes transformaciones.
Con la publicación en el Boletín Oficial del Estado, se registra la entrada en vigor de este nuevo programa que comenzará a aplicarse con los residentes del periodo 2024-25 en adelante, manteniendo el modelo anterior para los residentes que ya hubieran comenzado su formación antes de este curso.
Se trata de una actualización del proceso de adquisición de competencias profesionales durante la residencia que introduce importantes novedades. La principal es la mayor presencia en AP de los residentes, que llegarán a pasar un 70% del tiempo de su formación en estos centros, así como la revisión de los criterios de acreditación de tutores formadores de residentes. Esta última medida fue una de las reformas acordadas entre el Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud para dar respuesta a los problemas que afronta el sector de la AP.
Con esta nueva normativa, promovida por la Comisión Nacional de la Especialidad, se busca dar respuesta a las nuevas necesidades de los pacientes en el contexto de un sistema sanitario cambiante y trata de dar un mayor protagonismo al papel de la AP, una de las especialidades más denostadas por los MIR.
Desde la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), consideran que era “necesario” llevar a cabo esta reforma por la necesidad de “adaptar los sistemas de evaluación y de acreditación de tutores”. La vocal de tutores y residentes de la Sociedad, la doctora María José Gamero, asegura a Medicina Responsable que, aunque “el nuevo programa se ajusta al contexto actual de la medicina de familia”, la clave reside en que se dote adecuadamente a la AP a nivel de medios y recursos para cumplir con estas nuevas necesidades de fomración.
“El porcentaje de presencia en AP nos parece adecuado, pero habrá que ver cómo se desarrolla en las Comunidades Autónomas”. A juicio de la doctora, se trata de un reto importante cumplir este nuevo programa, ya que para poder llevarlo a cabo es necesario contar con el suficiente número de centros acreditados y de tutores, que debería aumentar considerablemente respecto a la situación actual.
Por otro lado, desde Semergen echan en falta un mayor desarrollo de las unidades de apoyo de AP, como son las de psiquiatría, cuidados paliativos o atención familiar, ya que en el nuevo plan solo se abordan de forma superficial.
Otro de los puntos en el que demandan una mayor concreción es en cómo se van a desarrollar los dos años que van a tener en común con la nueva especialidad de Urgencias y Emergencias y cómo se van a articular los caminos separados para cada especialidad.
El objetivo final para Semergen es hacer más atractiva la especialidad, para lo cual es primordial aumentar los recursos disponibles. Tampoco ayuda, a juicio de esta Sociedad, el hecho de haber eliminado las notas de corte de los MIR ya que “puede llegar a desprestigiar la formación, que es una referencia para otros países de nuestro entorno actualmente”.
Desde la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SEMFyC), celebran esta actualización y confían en que se trata de “una actualización competencial robusta, que incorpora las necesidades formativas actualizadas y orientadas en el contexto clínico y asistencial actual”. “La publicación del nuevo programa era una necesidad imperiosa para la especialidad y llega en un momento crucial para las Unidades Docentes de Atención Familiar y Comunitaria y se percibe como un impulso necesario y responsable para la especialidad”.
De esta forma, entienden que se ayuda a garantizar una formación de calidad y perseguir la “excelencia”, por lo que inciden en la necesidad de dotar este nuevo programa con “todos los medios materiales y humanos” que sean necesarios para ponerlo en marcha.
La presidenta de SEMFyC, la doctora Remedios Martín, destaca que este es un “hito muy esperado” y se muestra confiada en que va a servir para que los médicos adquieran nuevas competencias y ganen en capacidad resolutiva. “El nuevo programa tiene que abordar todos los cambios demográficos y estructurales que hemos experimentado en los últimos 20 años. Tiene que ser un programa de calidad adecuado a las necesidades reales y futuras de los pacientes”.