Por Lucía de Mingo
10 de julio de 2023Los médicos de Atención Primaria (AP) reclaman a las autoridades sanitarias españolas la dispensación, sin receta, de anticonceptivos de solo gestágenos. Los profesionales están convencidos de que, si se aprobase, se reduciría notablemente el número de abortos y de embarazos no deseados en nuestro país. Además, indican que es un fármaco muy seguro y consumido y, su fácil acceso, reduciría el colapso de los centros de salud de toda España.
La doctora María Blasco, coordinadora del Grupo Trabajo de Atención a la Mujer de Semergen, explica que este tipo de anticonceptivo “se compone de un solo tipo hormonal, los gestágenos”. Además, se presentan en diferentes formatos que van desde implantes subcutáneos, píldoras vía oral y métodos hormonales inyectables, hasta dispositivos intrauterinos o anillos vaginales. Según la encuesta realizada por la Sociedad Española de Contracepción en 2022, la píldora es el segundo método anticonceptivo utilizado por las mujeres españolas, con una frecuencia del 17% de la población femenina. Entre los más recetados en AP se encuentran las píldoras vía oral, tanto en composición hormonal combinada como en solo gestágenos.
La doctora Blasco señala que, en pandemia, más de la mitad de las mujeres fueron incapaces de conseguir recetas, e incluso llegaron a suspender el tratamiento anticonceptivo. Motivo de ello, según los datos recopilados por la sociedad decana de la Atención Primaria, casi el 80% de estas mujeres consideran que se favorecería el acceso si la píldora anticonceptiva se pudiera dispensar sin receta. No hay que perder de vista que anualmente en España se producen en torno a 90.000 abortos que se realizan mediante técnicas invasivas que ponen en peligro la salud de la mujer y suponen un importante gasto sanitario para el país. “Estas cifras son un fracaso de la anticoncepción y suponen un importante problema de salud pública para España”, explica la doctora Blasco.
No obstante, este tipo de anticonceptivos no está exento de algunos efectos secundarios. Entre ellos, los más frecuentes son el aumento de peso, las cefaleas, el dolor de pecho, la aparición de acné, depresión o la disminución de la libido. La doctora también resalta otros menos comunes (que afectan a una de cada 100 mujeres) como los quistes funcionales de ovario, la infección de la vagina, la caída de cabello, las menstruaciones dolorosas, los vómitos o el cansancio. Finalmente, se sitúan los que aparecen en una de cada 1.000 mujeres, entre ellos la dermatitis, la urticaria o el eritema nudoso, una reacción de la piel.
En la actualidad ya han presentado un documento de consenso firmado por diferentes sociedades científicas a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) para que considere la dispensación sin receta de este producto.