Por Julia Porras
2 de enero de 2024El Ministerio de Sanidad, encabezado por Mónica García, se ha reunido hoy con la Agencia Española del Medicamento, (AEMPS) para retomar el borrador que ya se aprobó en el Congreso de los Diputados, a petición de la subcomisión sobre el cannabis medicinal el pasado junio de 2022. Desde ese momento, la Aemps tenía un plazo de seis meses para llevar a cabo dicha autorización, sin embargo, un año y medio después no había habido ninguna respuesta por parte de la agencia.
Ahora, sin tener aún publicada ni la orden ni el borrador, y sin dar plazos, fuentes del Ministerio de Sanidad, aseguran a Medicina Responsable que el asunto “se ha retomado”. De hecho, “ha habido una reunión con la AEMPS y próximamente se procederá a mantener diferentes reuniones con los miembros del sector afectados”.
En junio de 2022, los distintos grupos políticos que conformaban el Congreso llegaron a un acuerdo sobre este asunto, aprobando las claves sobre la regulación de su dispensación, indicaciones de uso y preparado. En principio la medida recogía que esta dispensación se llevaría a cabo solo en hospitales y en farmacias comunitarias. Eso sí, con estrictas medidas de seguridad. “La distribución se realizará a partir de la red de farmacias del sistema de salud, con preferencia en las farmacias hospitalarias y explorando la alternativa de las farmacias comunitarias que puedan reunir los requisitos".
Por otra parte, durante esa aprobación se acordó que “la prescripción se debería realizar únicamente por parte de médicos especialistas”, además la subcomisión solicitaba el impulso de una formación a los profesionales sanitarios para conocer en profundidad el uso terapéutico de esta sustancia.
En todo caso, el Ministerio de Sanidad, sin dar fechas ha recordado que el borrador de esta Orden Ministerial “establece una regulación muy garantista, pensada para que vaya siendo mejorada desde el marco de la evidencia científica y trato del cannabis como un medicamento”.
Actualmente las indicaciones del cannabis para uso terapéutico son limitadas, de hecho, solo se podría utilizar para pacientes con esclerosis múltiple y en dos tipos muy complejos de epilepsia. Sin embargo, en este punto, la subcomisión aprobó ampliar su uso para tratar el dolor oncológico, para las náuseas y vómitos provocados por la quimioterapia y el dolor crónico no oncológico, incluido el neuropático y la endometriosis.