Por Sergio Díaz
30 de enero de 2025Towana Looney, una mujer de 53 años proveniente de Alabama (EE.UU.), ha hecho historia al convertirse en la receptora más longeva de un trasplante de riñón de cerdo modificado genéticamente. El 25 de noviembre de 2024, Looney se sometió a esta innovadora intervención en Nueva York, siendo la tercera persona en el mundo en recibir un órgano de cerdo modificado para evitar el rechazo inmunológico. A día de hoy, Looney lleva 61 días con su riñón funcionando normalmente, lo que marca un hito en los xenotrasplantes, el procedimiento que consiste en trasplantar órganos de animales modificados genéticamente en seres humanos.
Looney había sido diagnosticada con insuficiencia renal tras complicaciones de un embarazo, y aunque había donado un riñón a su madre en 1999, pasó ocho años en lista de espera para un trasplante.
Después de recibir el riñón, su salud mejoró rápidamente, y fue dada de alta solo 11 días después de la intervención, aunque permanecerá bajo observación durante tres meses. "Soy una súper mujer", declara Looney a Associated Press tras sorprender a su familia con largas caminatas por Nueva York mientras continuaba su proceso de recuperación. "Es una nueva oportunidad en la vida", agrega con entusiasmo, destacando la importancia del trasplante en su vida y la posibilidad de un futuro mejor gracias a la ciencia médica.
El trasplante de Looney se llevó a cabo con un riñón proporcionado por la empresa Revivicor, especializada en la modificación genética de órganos animales para hacerlos compatibles con los humanos. La estadunidense fue la tercera persona en recibir un órgano de cerdo modificado de esta manera. En el pasado, otros pacientes que recibieron trasplantes de órganos porcinos no sobrevivieron más de dos meses. De hecho, el primer paciente en recibir un corazón de cerdo modificado, David Bennett, falleció tras dos meses debido a una infección viral relacionada con el órgano.
En el caso de Looney, el riñón sigue funcionando correctamente, lo que ha supuesto un avance significativo en los estudios sobre xenotrasplantes. "El riñón de Towana está funcionando de forma normal", asegura el doctor Montgomery, uno de los médicos encargados de su caso. Con esta nueva esperanza, se espera que Looney pueda regresar a su hogar en Gadsden, Alabama, dentro de un mes.
Este tipo de procedimientos, que implican la modificación genética de órganos de animales para que puedan ser trasplantados a humanos, aún está en una fase experimental. United Therapeutics, la empresa que proporcionó el riñón de Looney, ya ha solicitado la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para comenzar ensayos clínicos formales, con la esperanza de avanzar en la medicina trasplantológica.
Mientras que en Estados Unidos los xenotrasplantes continúan avanzando, en Europa, especialmente en España, las autoridades sanitarias mantienen una postura cautelosa. Beatriz Domínguez-Gil, directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), ha expresado en la Reunión Nacional de Coordinadores de Trasplantes la necesidad de establecer criterios claros y rigurosos para la inclusión de pacientes en estos procedimientos. La ONT subraya que, aunque los avances en genética animal son prometedores, es esencial priorizar las terapias consolidadas, como los trasplantes convencionales, y continuar investigando los efectos a corto, medio y largo plazo de los xenotrasplantes antes de su implementación a gran escala.
Looney ha asumido un rol activo como embajadora de la causa, ha compartido su experiencia con otros pacientes en espera de trasplantes animándolos a tomar decisiones basadas en su fe y en su corazón, brindándoles apoyo en su lucha por una segunda oportunidad. Aunque aún queda mucho por investigar, este avance abre nuevas puertas en el tratamiento de la insuficiencia renal y otros trastornos que afectan a millones de personas en todo el mundo.