Por Clara Arrabal
30 de junio de 2025A menos de una semana del comienzo de la Eurocopa de Fútbol Femenino, una de sus principales estrellas, Aitana Bonmatí, era hospitalizada por una meningitis vírica, como hizo saber la entrenadora de la selección, Montse Tomé, y también el comunicado oficial de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). “Tras las pruebas médicas realizadas a la internacional Aitana Bonmatí (27 años), la jugadora del FC Barcelona y de la Selección Española ha sido diagnosticada con una meningitis vírica, encontrándose pendiente de evolución”, apuntaba el escrito.
Ante tal diagnóstico, saltaron todas las alarmas: aunque la meningitis de origen vírico no es de las más graves, es una patología que afecta a las meninges del cerebro y la médula espinal, y que puede tener graves secuelas. Afortunadamente, la futbolista ya ha recibido el alta, se encuentra fuera de peligro y espera unirse a la concentración “en los próximos días”. “Todo va bien, espero volver pronto», publicó Bonmatí en su perfil en la red social X, junto a una fotografía desde la cama del hospital.
De momento, la catalana se ha perdido el partido que enfrentó a la selección española contra la japonesa en el estadio de Butarque, en Leganés, en el que el resultado fue favorable para las locales. Sin embargo, se desconoce si llegará a la Eurocopa que dará comienzo el 2 de julio. ¿Cuánto tiempo estará convaleciente tras el cuadro vírico? ¿En qué consiste este? ¿Qué secuelas puede acarrear?
Se conoce como meningitis a la inflamación de las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal, llamadas meninges. En la mayoría de los casos, esta patología se debe a una infección, aunque puede tener un carácter vírico, bacteriano, parasitario, fúngico o ser fruto de enfermedades autoinmunes y efectos adversos a medicamentos. Las que más control necesitan son las bacterianas, pues alrededor de una de cada seis personas que la contraen acaban falleciendo, y una de cada cinco presenta complicaciones graves.
En el caso de Aitana Bonmatí, fue de origen vírico, la menos grave, aunque también puede conllevar secuelas de manera excepcional. Esta no requiere antibióticos y sus pacientes pueden estar recuperados en una semana, aproximadamente.
En cuanto a sus síntomas, la catalana experimentó un cuadro febril el pasado jueves, aunque también se encuentran entre las primeras manifestaciones de esta patología el dolor de cabeza, la rigidez de cuello, los vómitos o las náuseas. En bebés, son más difíciles de identificar por lo que es necesario hacer un seguimiento constante del estado del pequeño. Entre los síntomas, se encuentran la irritabilidad, el llanto constante, la somnolencia, el rechazo a los alimentos o incluso convulsiones.
La causa más común de la meningitis vírica es la producida por el enterovirus, que suele alojarse en el tracto digestivo y son infecciones muy contagiosas. Sin embargo, existen otras como el virus del herpes simple (VHS), los virus transmitidos por mosquitos como el virus del Nilo o el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Respecto a su propagación, la meningitis vírica puede propagarse por el torrente sanguíneo, por el contacto con heces contaminadas, en el acto sexual, por la picadura de un insecto o por transmisión en el aire, entre otros. Por ello, la prevención es fundamental y se hace efectiva principalmente a través de las vacunas.