Por Juan García
26 de septiembre de 2024La apertura de tres nuevas facultades de medicina, lejos de contentar a los estudiantes, ha despertado las críticas de este colectivo en Cataluña. El Consejo de Estudiantes de Medicina de Cataluña (CEMC) ha emitido un comunicado en el que muestra su rechazo a la apertura de tres nuevos centros en la región por considerar que esos recursos podrían destinarse a mejorar el sistema universitario existente y retener a los médicos ya formados.
“La consecuencia más impactante es que se está perdiendo una inversión de dinero público que, en lugar de presupuestarse en crear nuevas plazas y facultades en situaciones precarias, podrían utilizarse para reforzar el sistema universitario existente y que actualmente se encuentra en decadencia”, reza el comunicado de la CEMC.
Desde el Consejo señalan que este dinero podría destinarse a mejorar los espacios de las facultades existentes, disminuir las ratios de alumnos por tutor y mejorar las condiciones laborales de los profesionales. En este sentido, apuntan que una de las principales reivindicaciones que llevan años trasladando es el cumplimiento del numerus clausus, es decir, los cupos máximos de alumnos por docente. Una reivindicación a la que la administración hace oídos sordos, según denuncian, y que “repercute negativamente” en su formación.
Esta medida, como respuesta al actual problema de la falta de médicos, señalan que, en lugar de resolver la situación, acentúa estas carencias. Por ello concluyen que la única solución debe ser “el aumento de las plazas MIR y la retención de los especialistas” ya formados a través de una mejora de sus condiciones laborales.
Al comunicado del CEMC se han adscrito el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina, el sindicato Metges de Catalunya y tres universidades de la comunidad. El secretario general de Metges de Catalunya (MC), Xavier Leonart, critica que los efectos de esta medida llegarían tarde y se produciría un desajuste futuro en el número de profesionales formados de acuerdo con las estimaciones de los informes que manejan sobre el relevo generacional.
Desde el sindicato señalan que, a partir de 2031, cuando se empezarían a incorporar los médicos formados en las nuevas facultades, no habrá la misma falta de profesionales porque ya se habrá producido el grueso de jubilaciones. "Abrir nuevas facultades es un error porque tendrá efectos en 10 o 15 años y el problema lo tenemos ahora. Es una solución populista fruto de la improvisación", ha expresado Leonart.
En este sentido, el secretario general de MC ha remarcado que la mejor medida para paliar la actual carencia de médicos es que el millar de graduados que cada año salen de las facultades catalanas "no quieran huir del sistema". La receta del responsable sindical para retenerlos en la sanidad pública pasa por "tratarlos mejor, ofreciéndoles condiciones asistenciales, laborales y retributivas que se acerquen a las de los países del entorno europeo, con salidas laborales que también faciliten opciones de docencia e investigación".