
Por Medicina Responsable
17 de noviembre de 2025Un alto cargo del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha presentado ante la Fiscalía Anticorrupción de Madrid una denuncia que describe robos de entre 20 y 25 millones de euros destinados a la lucha contra el cáncer de la entidad. El requerimiento, al que ha tenido acceso El Mundo, está formado por unas 120 páginas en las que acusa, principalmente, al actual vicedirector de Asuntos Económicos de la entidad, y gerente hasta el mes enero, Juan Arroyo.
Según el diario, se trata de “una gigantesca operativa de contratos” de carácter administrativos, logísticos e informáticos que “de pronto se descubren amañados, fraccionados, inflados (a veces al 400%) o directamente sin contraprestación o con una de "nulo valor añadido". La denuncia fue interpuesta el pasado 27 de junio por el anterior director de Compras (2022-2025) y Operaciones (2024-2025) que, al implantar nuevas políticas de control de gastos, halló “cosas sospechosas”. Este, junto a la jefa de Cumplimiento Normativo y cuatro técnicos del CNIO, investigaron contratos y albaranes, tomaron declaración a trabajadores y auditaron la ejecución real de las compras durante la década anterior.
Tras el cese de la directora científica del CNIO, María Blasco, acusada de malversación, Juan Arroyo fue destituido como gerente. Sin embargo, a día de hoy “continúa ostentando una responsabilidad clave en los gastos del centro”. Por su parte, los directores de Operaciones y Cumplimiento, que acreditaron 500 ficheros de análisis, contratos y correos electrónicos como prueba en la denuncia interpuesta, fueron despedidos un día antes del nombramiento de la nueva dirección, el pasado 31 de agosto.
Como ha destapado El Mundo, la compañía Gedosol, fundada por la pareja del jefe de Personal del CNIO (nombrado “R.M.”), se habría llevado 3,3 millones públicos de más y habría generado 4,5 de sobrecoste laboral al ganar en 18 años 48 de las 52 licitaciones de personal; así como 37 de informática. “Si R.M. antes era jefe de Personal en el CNIO, desde la empresa de su pareja comienza a gestionar una suerte de caja B de empleados fijos del centro, con los que genera, además, un sobrescoste millonario a la entidad”, expone la denuncia.
Después, cuando este fundó otra compañía llamada Zeus, se habrían desviado 1,4 millones en 15 licitaciones ganadas en personal de SAP. “En cuanto se va y monta Zeus, sorpresa: su empresa comienza a llevar todos los contratos de gestión SAP del CNIO. Pero todos, todos: hasta hoy, gana todos los contratos: 15 de 15. Factura 5,2 millones de euros, a pesar de su escasa solvencia económica y técnica, y de no tener ninguna experiencia más: hasta hoy, su único cliente, al 98%, es el propio centro público”, detalla El Mundo.
Desde el sindicato CSIF, ya se presentó una denuncia años antes “que quedó en nada por falta de pruebas” y que acusaba a Juan Arroyo “incluso de llevar personalmente todo lo relativo a los contratos informáticos hasta 2012”.