Por Andrea Martín
24 de julio de 2024El Ministerio de Sanidad, durante la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud (SNS), ha dado a conocer los datos del Informe de agresiones a profesionales del Sistema Nacional de Salud 2023.
El documento muestra que las agresiones a profesionales sanitarios durante el pasado año han ascendido hasta los 14.749, siendo un 84% (12.479) agresiones verbales como insultos y/o amenazas, una cifra que se ha incrementado en un 12,5% con respecto al año anterior. Las agresiones físicas alcanzaron las 2.335, lo que representa un 16% de las agresiones.
En 2017 el ministerio puso en marcha el registro de agresiones y desde entonces los actos violentos no han dejado de aumentar. En ese primer año se registraron un total de 8.306 notificaciones, al año siguiente se incrementaron hasta los 9.443 y en 2019 hasta los 9.919. Solo durante el año 2020 hubo un descenso de las notificaciones situándose en 8.396 agresiones. Sin embargo, los dos años siguientes se volvió a registrar un repunte con 10.043 y 13.076 respectivamente, hasta llegar a los 14.749 en el año 2023.
Según ha explicado Miguel Lázaro, presidente de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), durante un acto con prensa de la OMC, "las agresiones son violencia. Las personas cuando agreden a un médico lo hacen sabiendo lo que hacen. Una conducta violenta contra un médico conlleva cada vez mas penalizaciones, por lo que hemos avanzado. Sin embargo, no tenemos la cifra real de la dimensión ya que no todas se notifican, como la violencia psicológica. Además, quien tiene la responsabilidad de proteger al médico es la administración. No es tanto un binomio entre paciente y el médico, sino que es un triángulo donde entra la administración, por que cuando se agrede al médico, se agrede a todos los pacientes que ese médico está viendo".
Según recoge el documento publicado por el Ministerio, el perfil del profesional agredido corresponde, en su mayoría, a mujeres con un 78% de los datos registrados, "una distribución similar a los resultados obtenidos en los análisis de años previos", explican. Además, en el informe recuerdan que el 76% de los profesionales sanitarios son mujeres.
En lo referente a la edad, los profesionales que sufren alguna agresión se sitúan entre los 35 y los 55 años (52%), una proporción “similar con respecto a datos de años anteriores”. Por otro lado, los datos reflejan que en el año 2023 el índice de agresiones es mucho mayor en Atención Primaria y extrahospitalaria, con 46,8 agresiones por cada 1.000 profesionales, mientras que en Atención Hospitalaria se notificaron 17,37. “A la vista de estos datos se puede observar que la tasa de notificación de agresiones es 2,7 veces superior en AP y extrahospitalaria. El dato porcentual, corresponde a un 57% en AP y 43% en Atención hospitalaria”, concluyen en el informe. En datos absolutos las notificaciones en hospitales en el año 2023 fueron 6.372 frente a las 5.390 del año anterior. En el caso del primer nivel asistencial se recogieron en el año 2023 8.285 agresiones frente a las 7.718 del 2022.
El informe también recoge las profesiones que más reportan agresiones, situándose el personal facultativo y el personal de enfermería a la cabeza, con un 34% y un 30% respectivamente, en comparación con el resto de las categorías profesionales existentes en las instituciones sanitarias. Además, las agresiones notificadas tuvieron lugar mayoritariamente en las consultas, seguidas de la hospitalización y los puntos de admisión e información que en los años previos ocupaban el segundo lugar en porcentaje de agresiones. En un 3% de las ocasiones (dato constante con respecto a 2021 y 2022), las agresiones tuvieron lugar en el domicilio del paciente o en la vía pública.
Las causas más frecuentes de las agresiones se corresponden con la atención percibida por el usuario, seguida de demandas del usuario y, en tercer y cuarto lugar, por causas ajenas a la organización o a la asistencia prestada o las relacionadas con el propio acto sanitario o administrativo realizado
El perfil de la persona agresora, en un 72% de las ocasiones, corresponde al propio usuario o paciente y en un 28% a un familiar o acompañante, siendo un 57% hombres y un 43% mujeres. El 17% corresponden al perfil de reincidentes.
Entre las razones por las que el número de notificaciones de agresiones se han incrementado a lo largo del año 2023, según señala el informe, se encuentra la mayor concienciación del problema por parte de los profesionales junto a una "mayor receptividad y respaldo" de las administraciones central y autonómicas, de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y las organizaciones colegiales, "hechos que animan a denunciar y notificar las agresiones que antes pasaban desapercibidas".