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Suplementos para el “gym”: la importancia de la supervisión profesional para su consumo

El dietista-nutricionista Antonio Gómez explica a Medicina Responsable cómo funcionan estas sustancias destinadas a mejorar el rendimiento en la actividad física y deportiva y cómo hacer un buen uso de ellas

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Suplementos para el “gym”: la importancia de la supervisión profesional para su consumo
Freepik

Por Juan García

8 de julio de 2024

La fiebre de los gimnasios tiene varios momentos álgidos a lo largo del año, como año nuevo o la vuelta de las vacaciones en septiembre. También, desde los meses previos al verano, la “operación bikini” es el motor que hace ver los gimnasios llenos durante estos días. Y asociado a este hábito, otra costumbre cada vez más extendida entre quienes hacen ejercicio o deporte regularmente es el uso de suplementos para mejorar el rendimiento físico. Si bien están documentados los beneficios y la seguridad de muchas de estas sustancias, los potenciales riesgos por uso inadecuado o abuso hacen imprescindible el asesoramiento de un profesional para consumirlos. 

El dietista-nutricionista de Centro Aleris, Antonio Gómez, explica a Medicina Responsable que la ingesta de estas sustancias tiene un doble efecto. “A grandes rasgos, el objetivo prioritario es conseguir retrasar la fatiga muscular, pudiendo mantener el rendimiento durante más tiempo y tardando más en el vaciado de las reservas de energía en el músculo. El segundo objetivo es conseguir una recuperación muscular más favorable, sobre todo en contextos en los que el margen entre sesiones de entrenamientos es, incluso, inferior a las 24 horas”. El nutricionista añade que “también podemos tener suplementos como geles o isotónicos que sirven para ir incluyendo sustratos energéticos durante la actividad, y conseguir así no agotar las propias reservas musculares”. 

Proteínas, creatina o beta-alanina, ¿aptas para todo el mundo?

Gómez destaca que, entre el abanico de opciones existentes, lo mejor es “la supervisión de un profesional para valorar qué suplementos son mejores para cada deportista”. Pero, frente a los beneficios demostrados de estas sustancias, es importante vigilar su consumo para evitar riesgos. El profesional de Centro Aleris señala que “el problema radica cuando tomamos una dosis mayor a la necesaria, mantenida en el tiempo, o directamente tomamos un suplemento que no necesitamos”. 

Entre estas sustancias, la creatina parece llevarse la palma como la más popular, especialmente para quienes desean desarrollar la musculatura. La creatina es una sustancia natural presente en el organismo formada por tres aminoácidos y que se puede conseguir a través de la dieta. Para ayudar a aumentar el rendimiento y en el incremento de la resistencia, se usa como suplemento, aunque no surte el mismo efecto en todas las personas. Gómez señala que “es una de las sustancias más estudiadas, y sirve tanto para deportistas que buscan ganar masa muscular, cómo para mejorar el rendimiento y retrasar o reducir la aparición de fatiga, por lo que puede servir para deportes de fuerza y resistencia, así como en épocas de lesión deportiva o parones por vacaciones”.

Por otro lado, hay opciones de proteínas aisladas de origen animal o vegetal que tienen este mismo efecto. Para determinados casos concretos, también existe la beta-alamina, un aminoácido no esencial y una de las principales fuentes de energía para el sistema muscular y nervioso. Se produce por el cuerpo de manera natural y actúa en la formación de la carnosina, que desempeña un papel importante a la hora de hacer ejercicio. Para el nutricionista, este suplemento u otros de cafeína, requiere de un análisis pormenorizado de la persona y la actividad física que realiza. 

No confundir estos suplementos con esteroides y anabolizantes

Los suplementos anteriormente mencionados cuentan con evidencia científica y están regulados para ser seguros, “tanto para no ser sustancias dopantes, como desde el enfoque de la seguridad alimentaria”, apunta el nutricionista. También destaca que “existen marcas que siguen procesos que certifican que no exista ninguna contaminación cruzada que pueda dar positivo en un control antidoping, pasando exhaustivos controles y teniendo que ser auditados por empresas especializadas”. 

Pero no hay que confundir estas sustancias con otras más dañinas como los esteroides. En España, los esteroides anabólicos son considerados sustancias dopantes y su uso y distribución sin una receta médica es ilegal. Estos anabolizantes son producidos en laboratorio en base a la testosterona y se usan en medicina para reparar los tejidos del cuerpo y aumentar el apetito y el crecimiento muscular.

Sin embargo, el comercio ilegal de estas sustancias está proliferando para obtener resultados rápidos y mejorar el volumen de la masa muscular entre deportistas. Una práctica perseguida por las autoridades y que presenta importantes riesgos para la salud, como el incremento de la presión arterial, afectación hepática, cardiaca y renal, además de efectos nocivos para la fertilidad y problemas de adicciones.

En cuanto a los suplementos regulados, Gómez apunta que “un desajuste en la alimentación o la suplementación innecesaria con una carga de actividad física elevada tiene el riesgo de acabar en una amenorrea (ausencia de menstruación), lo que puede afectar a largo plazo en la fertilidad”. 

A la hora de comenzar a tomar suplementos deportivos, el establecimiento del tipo de sustancia, la dosis y el momento de toma debe correr a cargo de un profesional. Como apunta el nutricionista de Centro Aleris, en esta materia, “cada maestrillo tiene su librillo”, en cuanto a las preferencias de cómo administrarlas. En lo que no se puede caer nunca, no obstante, es en la banalización de su consumo o la confianza en tomarlos sin la orientación adecuada.



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