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Llagas bucales: cuando comer duele

Es una de las lesiones más comunes de la mucosa oral, entre un 20 y un 60% de la población las ha sufrido en algún momento de la vida

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Llagas bucales: cuando comer duele

Por Julia Porras

7 de febrero de 2023

Cuando tenemos un afta, más comúnmente conocida como llaga o úlcera, sufrimos durante días unos dolores insoportables. Se hace muy complicado comer, hablar y hasta dormir. Las aftas bucales suelen aparecer en la cara interior de las mejillas, encías, en la garganta e incluso en la lengua y son muy dolorosas y molestas. También son conocidas como estomatitis aftosa recurrente y son una de las lesiones en la mucosa que, junto con las caries, constituyen una de las enfermedades bucales que más frecuencia tienen.

Aunque entre un 20 y un 60% de la población las ha sufrido en algún momento de su vida, la población infantil es la que mayor incidencia presenta, sobre todo por el uso de aparatos de ortodoncia, ya que una de las causas principales de su aparición es precisamente el uso de ortodoncias o dentaduras mal ajustadas. , “Aunque hay una parte dietética que puede afectar a la aparición de aftas”, explica la nutricionista Maria del Mar Silva, “normalmente son por causas externas, una ortodoncia o dentadura más ajustada, heridas bucales provocadas por la ingesta de algún alimento punzante, estrés o fatiga, alergias alimentarias, deficiencias de vitaminas o minerales o por la toma de medicamentos o la debilidad del sistema inmunitario”.

Otras causas pueden ser la predisposición genética, una respuesta inmune anormal contra el tejido de la propia boca o, en casos más extremos, su aparición puede estar asociada a enfermedades como celiaquía, VIH, enfermedad de Crohn o diabetes. Las alteraciones hormonales o infecciones por virus o bacterias también pueden causar esta reacción.

Evitarlas es complicado, aunque desde el punto de vista alimentario podemos tomar ciertas precauciones como “no tomar alimentos muy calientes ni punzantes, como mariscos o panes de corteza muy dura, o si los tomamos hacerlo con cuidado y usando herramientas para romperlos. También es importante evitar alimentos ácidos o picantes o en algunos casos el alcohol y el café”, apunta Silva.

Pero una vez que salen, como no hay medicamento que pueda con ellas, ya que solo existen algunas cremas que contienen ácido hialurónico para regenerar y calmar el dolor, sí podemos tomar algunas precauciones como por ejemplo tomar alimentos que ayuden a desinflamar las heridas, como “pescado azul y blanco que contiene Omega 3 y otros alimentos como yogures que tiene propiedades bactericidas, además de frutas como la manzana y la pera que ayudan a regular el PH de la boca y aumentan la producción de saliva”, explica Silva.

Lo importante es que no interfieran en nuestra vida diaria, que puede pasar, “porque son heridas abiertas en zonas delicadas de la boca que pueden llegar a producirnos, en casos muy extremos, fiebre y malestar general”. Por eso, es adecuado, además de “llevar una dieta sana rica en frutas y verduras, para obtener vitaminas y minerales, evitar el estrés, llevar una higiene bucal adecuada y tomar alimentos ricos en vitamina C y Omega 3”.



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