
Por Medicina Responsable
5 de noviembre de 2025Los jóvenes españoles consumen menos alcohol y drogas que antes y son más conscientes sobre los peligros de su uso. Así lo ponen de manifiesto los datos de la última Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias (ESTUDES 2025), que muestran una tendencia decreciente en el consumo de las tres principales sustancias desde mediados de los años 90: alcohol, tabaco y cannabis.
El informe constata una disminución generalizada en el consumo de sustancias psicoactivas entre estudiantes de 14 a 18 años que, en el último año se traduce en un descenso de 2,6 puntos para el alcohol, 6,5 puntos para el tabaco y 6,3 puntos para el cannabis. Además, también se aprecia un menor uso de cigarrillos electrónicos y vapers, así como de sustancias hipnosedantes.
También cabe destacar las cifras sobre percepción de riesgo sobre estas sustancias, manteniéndose en índices elevados para todas y con máximos históricos para el cannabis y el consumo regular de alcohol. "Estos datos nos dicen algo muy claro y es que las nuevas generaciones están cambiando, que cada vez son más conscientes de los riesgos, que cada vez se cuidan más y que están construyendo una nueva forma de entender la salud y una nueva forma también de entender el ocio", ha destacado la ministra de Sanidad, Mónica García, durante la presentación del informe.
El alcohol continúa siendo la sustancia más popular, habiendo tres de cada cuatro estudiantes que declaran haberlo probado alguna vez en la vida (73,9% frente al en 2023). Este porcentaje baja ligeramente entre quienes lo han consumido en el último año (71%), mostrando un dato más bajo que en el año anterior (73,6%); al igual que quienes lo han tomado en los últimos 30 días (51,8% frente al 56,6%). Las prácticas de riesgo también están a la baja entre los adolescentes, con un menor número de borracheras que en 2023 (17,2% frente al 20,8% de la edición anterior) y en los "atracones" de alcohol (binge drinking), que se reduce tres puntos respecto al año anterior. En ambas cuestiones, se registran los niveles más bajos desde el año 2000. Donde se registran cifras más estables es en la edad de consumo, que se sitúa en 13,9 años.
El consumo de tabaco registra mínimos históricos entre los adolescentes, pasando de uno de cada tres (33,4%) estudiantes que lo habían probado en 2023 a menos de tres de cada diez (27,7%). Además, baja seis puntos en un año el porcentaje de jóvenes que lo han consumido tanto en el último año (21,2%) como en el último mes (15,5%).
El cannabis continúa siendo la sustancia ilegal con mayor prevalencia de consumo entre los estudiantes de 14 a 18 años, aunque los datos de 2025 reflejan un descenso notable respecto al año anterior y el mínimo de la serie histórica. Un 21,0% del alumnado declara haberlo consumido alguna vez en la vida (frente al 26,9% en 2023), un 15,5% en los últimos 12 meses (frente al 21,8%) y un 11,6% en los últimos 30 días (frente al 15,6%).
El uso de cigarrillos electrónicos continúa siendo elevado entre los estudiantes de 14 a 18 años, aunque en 2025 se registra una caída significativa respecto a la edición anterior. El 49,5% declara haberlos utilizado alguna vez en la vida, lo que supone una reducción de 5,1 puntos porcentuales respecto a 2023. Paralelamente, se observa un aumento notable en la percepción de riesgo: el 57,3% de los estudiantes considera que su consumo esporádico puede tener consecuencias negativas para la salud.
En el caso del cannabis, la percepción de riesgo ante el consumo habitual alcanza el valor más alto de la serie (94,1%), también se incrementa la percepción de riesgo asociada al consumo excesivo de alcohol los fines de semana, alcanzando un 67,6%, mientras que el riesgo percibido ante el consumo diario se sitúa en el 66,2%. En cuanto al tabaco, el 93,3% de los estudiantes considera que fumar a diario implica un alto riesgo para la salud. Desde el Ministerio destacan que este fortalecimiento de la percepción de riesgo se alinea con el descenso observado en los niveles de consumo y refleja una mayor concienciación entre la población juvenil.