Los cigarrillos electrónicos aumentan la presencia de metales en la orina

Aunque por apariencia parezcan más inocuos que el tabaco convencional para muchos jóvenes, la evidencia científica está cada vez encontrando más efectos perjudiciales del consumo de cigarrillos electrónicos y vapeadores. Una nueva investigación publicada en la revista Tobacco Control ha descubierto que el consumo habitual de estos dispositivos por parte de adolescentes aumenta la presencia de uranio y plomo en la orina. 

El equipo investigador, del centro médico de la Universidad de Nebraska, señala en el estudio que la exposición a estos metales puede resultar potencialmente dañina para el desarrollo de distintos órganos, por lo que advierten de la necesidad de proteger a la población juvenil contra la adicción al vapeo. Con una muestra de 200 adolescentes usuarios exclusivos de estos cigarrillos, los hallazgos apuntan a que la presencia de estos metales “aumentó exponencialmente” cuanto mayor era la frecuencia de vapeo de los participantes en el estudio. Así, se constató que los adolescentes que usan cigarrillos electrónicos de manera frecuente presentan más uranio y plomo en su orina que los usuarios ocasionales.

Otra curiosa conclusión es que los sabores de estos productos de tabaco también influyen en la presencia de estos metales en la orina. Los investigadores observaron que quienes usan productos con sabores dulces también registran mayores niveles de uranio en la orina que los que prefieren sabores de menta.

En declaraciones recogidas por el Science Media Centre (SMC), el profesor de Medicina Legal, Toxicología y Antropología Física de la Universidad de Granada, Pablo Olmedo, explica que “las resistencias metálicas de estos dispositivos se calientan a altas temperaturas para generar el aerosol que se inhala. Estudios anteriores han demostrado que en este proceso el aerosol se contamina con una amplia variedad de metales provenientes de la resistencia”. La exposición a metales pesados a través de estos dispositivos, según subraya el profesor Olmedo, pueden tener “graves consecuencias para la salud, especialmente en los grupos de población más vulnerables como los jóvenes, cuyo organismo está en desarrollo”. Entre ellos, resalta el plomo como “especialmente preocupante, ya que es muy nocivo para el desarrollo neurológico de los jóvenes”.

A juicio del profesor Olmedo, los resultados de este estudio son lo bastante “consistentes” como para apoyar “el establecimiento de políticas más estrictas para el control del uso de cigarrillos electrónicos en adolescentes”.

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