Por Andrea Martín
28 de marzo de 2025Este fin de semana los españoles ajustarán sus relojes para dar la bienvenida al horario de verano. En la madrugada del domingo, a las 02:00 serán las 03:00, cumpliendo así con la Directiva Comunitaria del Cambio de Hora. Este adelanto permite disfrutar de más horas de luz hasta octubre, cuando se realizará el cambio inverso.
Sin embargo, este ajuste puede generar efectos en la salud. Según el doctor Pedro Gargantilla, director médico de Medicina Responsable, el principal impacto recae sobre la hormona melatonina, encargada de regular el ciclo del sueño. "El problema no es que amanezca antes, sino que anochece más tarde, lo que dificulta dormirse a la hora habitual, ya que todavía hay luz y hace más calor", explica.
El cambio de hora también afecta al ritmo circadiano, el reloj interno del organismo. "Nuestros horarios siguen siendo los mismos, pero debemos realizarlos con una luz y temperatura diferentes, lo que puede provocar una sensación de jet-lag", añade el doctor Gargantilla. Esto puede derivar en fatiga, irritabilidad, somnolencia durante el día, falta de concentración y menor rendimiento.
Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), casi la mitad de la población adulta en España presenta problemas de sueño, y el cambio de horario puede agravar esta situación. Nuestro sueño se rige por los ciclos lumínicos y los cambios de hora pueden alterar el ritmo circadiano, produciendo además otros efectos negativos como:
Para minimizar estos efectos, los expertos recomiendan adaptar progresivamente los hábitos en los días previos. "Lo ideal es acostarse cuando lo marque el reloj, no cuando el cuerpo lo pida", señala el doctor Gargantilla. También es recomendable adelantar los horarios de las comidas y las rutinas nocturnas para facilitar la transición. En general, el organismo tarda entre tres días y una semana en acostumbrarse al nuevo horario.
A pesar de las molestias iniciales, el horario de verano es el preferido por muchos, ya que permite disfrutar de más tiempo de ocio con luz natural. Sin embargo, los expertos insisten en que el horario de invierno es más saludable, ya que está más alineado con los ritmos naturales de luz y oscuridad. En los últimos años, ha habido un debate sobre la posibilidad de eliminar estos cambios y optar por un horario fijo durante todo el año, aunque por el momento se mantiene la normativa vigente en la Unión Europea.