Por Juan García
26 de junio de 2025España es el país europeo con mayor esperanza de vida (84 años) y también líder en cuanto a la percepción del estilo de vida, encontrando que un 68% de los españoles lo valora como saludable o muy saludable. En cuanto a la satisfacción con el sistema sanitario, España se encuentra en décimo lugar con un 68%. Estos parámetros contrastan con la frecuencia con la que los españoles acuden a hacerse chequeos médicos, donde nuestro país se sitúa a la cola con ocho de cada diez encuestados que declara no hacerse los suficientes y hasta un 38% no acude a ningún tipo de revisión médica preventiva sobre su salud.
Estos datos se desprenden del Stada Health Report 2025, que analiza diversos parámetros sobre la salud de los europeos y el funcionamiento de sus sistemas sanitarios, en base a más de 27.000 encuestas realizadas en 22 países. El CEO de la compañía farmacéutica responsable de este estudio, Peter Goldschmidt, ha destacado que el objetivo es aportar “información valiosa y comprender las tendencias futuras” en materia de salud. “Al compartir estos datos independientes y anónimos con las partes interesadas del sector sanitario, ayudamos a mejorar vidas permitiendo tomar mejores decisiones", ha señalado durante la presentación del informe.
La noción de “justicia” es un concepto que tiene una influencia clave sobre la valoración que hacen los europeos de su sistema sanitario. Es decir, la universalidad y el acceso equitativo a los profesionales y servicios de salud es uno de los factores que más influye sobre la percepción sobre el funcionamiento de los sistemas de salud. En el caso de España, esta valoración mejora en el caso de pacientes con enfermedades graves, con un 77% de satisfacción (frente al 68% global).
Aunque la satisfacción con los sistemas sanitarios se ha estabilizado en comparación con años anteriores y ahora se sitúa en un 58% de media, los europeos dejan claro que satisfacción no equivale a acceso. El informe muestra que apenas uno de cada dos (51%) se siente cómodo diciendo que todas las personas en su país tienen igual acceso a la atención y los servicios médicos, el 44% incluso llega a calificar su sistema de “injusto”.
España se sitúa más de 10 puntos por encima de otros países de nuestro entorno como Francia, Italia o Portugal en cuanto a valoración sobre el estilo de vida, aunque bastante por detrás en cuanto a revisiones médicas. Solo cinco países registran peores índices en cuanto a chequeos de salud.
Magalie Geens, directora ejecutiva de Human 8 y responsable de la realización de este estudio, ha aportado algunas de las razones que explican por qué los españoles somos los que mejor valoramos nuestro estilo de vida, destacando el mantenimiento de una dieta equilibrada con gran presencia de frutas y verduras frescas, la realización regular de actividad física y también los “fuertes” lazos familiares y culturales que refuerzan la preocupación por la salud. En este sentido, ha apuntado a la estrecha correlación que existe entre el estilo y la esperanza de vida.
El informe también subraya las brechas que persisten a nivel de salud principalmente en dos ámbitos: las diferencias económicas y la divergencia entre quienes son conscientes de la importancia de mantener hábitos saludables y quienes realmente los mantienen. Así, se encuentra que un 96% de los encuestados europeos es consciente de la importancia de cuidar los hábitos de vida, pero solo un 51% mantiene en la práctica un estilo de vida sano.
En cuanto al aspecto económico, el informe ilustra con datos un fenómeno sobradamente conocido: el nivel socioeconómico influye considerablemente sobre la percepción y los problemas de salud. Así, los porcentajes globales de satisfacción con el sistema sanitario y de percepción de la propia salud, descienden considerablemente entre quienes tienen menos recursos económicos.
La valoración de los europeos sobre su estilo de vida ha mejorado un 2% desde 2023, pasando de un 56% a un 58% tras un descenso considerable tras la pandemia. Una cifra que, a juicio de Geens, representa “un pequeño paso, pero demuestra que hay esperanza”. Así, un 58% de los europeos declara mantener una vida sana, pero este porcentaje disminuye hasta el 36% entre quienes tienen una situación financiera “complicada”.
La salud mental es uno de los principales retos en España, ya que presenta una de las autoevaluaciones más bajas en este ámbito, con 1 de cada 10 personas que manifiestan tener una salud mental pobre o muy pobre, influida por factores como el estrés laboral (32%), la situación económica (24%) o la soledad (18%). Asimismo, un 76% de los encuestados no busca activamente apoyo, y un 78% perciben una desigual atención entre salud física y mental por parte del sistema sanitario.
La brecha económica se hace especialmente palpable en el caso de la salud mental. Un 72% de los encuestados con una situación financiera “cómoda” declaran tener una buena salud mental, mientras que este porcentaje baja hasta el 49% en el caso de quienes tienen problemas económicos. Entre las personas con menos recursos económicos, desde 2023 se registra un empeoramiento de la salud mental, cuando había un 56% de estos encuestados que valoraba positivamente su bienestar psicológico.
Otra cifra llamativa en este ámbito es que el 36% de los europeos tiene problemas de salud mental, pero solo un 7% cuenta con apoyo profesional para lidiar con ellos. El informe también ha puesto de manifiesto cómo la salud.