Por Juan García
15 de abril de 2025El informe anual sobre el estado del clima en Europa, publicado por el Servicio de Cambio Climático Copernicus (C3S) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM), refleja que 2024 fue el año más cálido de la historia en el continente desde que hay registros. Según los datos de este informe, el pasado año también estuvo marcado por la intensidad de las lluvias, colocándose en el top 10 de los años más húmedos desde 1950.
El calentamiento global continúa su tendencia al alza en todo el mundo, pero lo hace especialmente en el viejo continente. 2024 fue el primer año en el que se superó el umbral de 1,5º por encima de los niveles pre-industriales. El informe subraya que, desde la década de los 80, Europa ha sido el continente que más rápido se ha calentado, subiendo el doble la temperatura que la media global. Esto se explica en parte por la proporción de territorio europeo en el Ártico, la región que más rápido se está calentando en el mundo. No en vano, el estrés térmico aumentó en todo el continente, siendo el segundo año con más picos por calor y con más noches tropicales desde que hay registros. El informe subraya que estas temperaturas están provocando en el sur de Europa situaciones de “sequía generalizada”.
Por otra parte, la intensidad de las lluvias a lo largo del año se tradujo en borrascas e inundaciones que afectaron a 413.000 personas en Europa, dejando al menos 335 fallecidos. En base a ambos parámetros, desde C3S y la OMM concluyen que “las lluvias extremas están llevando a inundaciones catastróficas y las olas de calor se están haciendo más frecuentes y graves”.
El informe también advierte sobre el aumento de los riesgos de incendios forestales durante el mes de septiembre “particularmente en España y Portugal”, señala la investigadora en el Euro-Mediterranean Center on Climate Change, Froila M. Palmeiro. La científica apunta que un aumento en la intensidad de los eventos más extremos “puede aumentar el riesgo de inundaciones”.
La necesidad de tomar medidas para paliar los estragos del cambio climático y los fenómenos que desencadena es algo que todos los expertos coinciden en señalar. El meteorólogo superior del Estado y miembro de la Asociación Meteorológica Española, Ernesto Rodríguez, subraya que el informe muestra “ejemplos de iniciativas de resiliencia y adaptación al clima en ciudades de toda Europa", por lo que llama a “reforzar los sistemas de alerta temprana frente a eventos meteorológicos extremos".
Para el profesor de Ingeniería forestal y Cambio global de la Universidad de Lleida, Víctor Resco de Dios, la clave para combatir estos efectos del cambio climático pasa más por la preparación del territorio para minimizar los efectos que por la reducción de emisión de contaminantes. “En el contexto geopolítico actual, aspirar a una disminución de las concentraciones de CO2 parece una quimera y la adaptación es ahora nuestra principal arma para amortiguar el golpe climático”, sostiene.
Por otro lado, el investigador hace hincapié en que eventos catastróficos “como las inundaciones de Valencia o los megaincendios de Portugal” no son resultado únicamente del cambio climático, sino de las interacciones entre el clima y la ordenación del territorio. “Esta separación no es baladí dado que el cambio climático está aquí para quedarse y, a pesar de eso, podemos hacer mucho para reducir el riesgo de inundaciones y de megaincendios”, afirma el investigador. Por ello, expresa que es “incorrecto responsabilizar al cambio climático de estos eventos” y que ello, además, supone “justificar la inacción de nuestros gobernantes en prevención de catástrofes naturales”.