Por Lucía de Mingo
21 de diciembre de 2022Investigadores de la Universidad de Bristol han desarrollado “parches” de células madre para tratar a los niños que viven con cardiopatías congénitas y evitar que necesiten operaciones a corazón abierto. Esto revolucionará la forma en la que los cirujanos tratan actualmente a los niños que viven con cardiopatías congénitas.
El profesor Massimo Caputo, de la Fundación Británica del Corazón, ha desarrollado este primer tipo de parche de células madre para reparar las anomalías de la válvula en el vaso sanguíneo grande, que controla el flujo de sangre del corazón a los pulmones, y reparar los agujeros entre las dos cámaras de bombeo principales del corazón. Estos parches están diseñados para coserse en el área del corazón del niño que necesita reparación durante la cirugía, además tienen el potencial de adaptarse y crecer con el corazón del menor a medida que se va desarrollando.
Fuente: Universidad de Bristol
Actualmente, para muchos de estos niños, los cirujanos pueden realizar una cirugía a corazón abierto para reparar temporalmente el problema, pero los materiales utilizados para los parches o las válvulas cardíacas de reemplazo no son completamente biológicos y no pueden crecer al mismo tiempo que el bebé.
Como consecuencia de ello, el sistema inmunológico de los pequeños pacientes puede rechazarlos, haciendo que los materiales quirúrgicos se descompongan gradualmente y den problemas con el paso de los meses e incluso años. De esta forma, es muy probable que los niños tengan que pasar por la misma operación de corazón varias veces a lo largo de su infancia, pasando varias semanas ingresados en el hospital y afectando tanto a su calidad de vida como a la de su familia. "Nuestra visión final en la próxima década es crear un cambio de paradigma en la forma en que los médicos tratan las enfermedades cardíacas congénitas, mediante el desarrollo de tratamientos personalizados con células madre y de ingeniería genética para los defectos cardíacos más complejos", afirma Caputo.
Los materiales ya han demostrado que funcionan de forma segura en animales y los ensayos clínicos en humanos comenzarán en los próximos dos años. Esto permitirá que más niños y bebés se beneficien de esta tecnología que les cambiará la vida a ellos y a sus familias.
Los defectos cardíacos son el tipo más común de anomalía que se desarrolla antes de que nazca un bebé. Entre las afecciones cardiacas congénitas más frecuentes están los defectos en las válvulas cardíacas del bebé, en los principales vasos sanguíneos, dentro y alrededor del corazón y el desarrollo de agujeros en el órgano.