Por Medicina Responsable
11 de octubre de 2024El líquido linfático es el responsable de transportar material de desechos y células del sistema inmunitario y, cuando se acumula en diversas partes del cuerpo, da lugar al linfedema. Esta enfermedad crónica tiene un impacto considerable sobre la calidad de vida de los pacientes y se debe a una insuficiencia del sistema de drenaje linfático. Las soluciones quirúrgicas convencionales se limitaban a la eliminación de los tejidos afectados, pero el desarrollo de nuevas técnicas quirúrgicas permite atajar el problema de raíz con un abordaje multidisciplinar.
El doctor César Casado, responsable de la Unidad de Cirugía Plástica del Hospital Ruber Internacional, explica el “eterno periplo” por el que pasan los pacientes “buscando solución entre fisioterapeutas y médicos, sin poder zanjar un problema terrible”. Por ello, resalta la importancia de realizar un abordaje multidisciplinario como el que permiten las nuevas técnicas microquirúrgicas para aportar “nuevas esperanzas” en el tratamiento.
Gracias a los avances en el campo de la microcirugía, en los últimos años se han desarrollado técnicas quirúrgicas que ofrecen un enfoque novedoso. Estas técnicas se centran en la recuperación funcional del sistema linfático, ya sea mediante la derivación de la linfa acumulada hacia el sistema venoso mediante intervenciones microquirúrgicas de alta precisión, o mediante el trasplante de ganglios linfáticos de zonas prescindibles a áreas donde han sido extirpados otros ganglios por causa tumoral.
Durante años, los tratamientos convencionales han incluido el drenaje linfático manual, vendajes compresivos y técnicas de compresión neuromuscular. Sin embargo, las soluciones quirúrgicas clásicas se limitaban a la eliminación de los tejidos afectados a través de liposucción o resección directa de piel y grasa comprometida, lo que dejaba a los pacientes con opciones terapéuticas muy limitadas, y en ocasiones, con secuelas quirúrgicas importantes.
Aunque estos avances significan un hito en el manejo del linfedema, el doctor Carlos Villar, cirujano plástico en el Hospital Ruber Internacional, recuerda que es fundamental no abandonar las prácticas tradicionales, como masajes, prendas de compresión y ejercicio físico, para prevenir la aparición de síntomas. “La microcirugía linfático-venosa es una herramienta que marca la diferencia en el abordaje de esta enfermedad, pero no debe hacernos prescindir de tratamientos no quirúrgicos”, matiza.