Por Medicina Responsable
2 de julio de 2024El Hospital público Universitario de Getafe de la Comunidad de Madrid ya opera con asistencia robótica al 90% de sus pacientes con obesidad mórbida. Precisamente, este perfil es el primero con el que se comenzó a utilizar esta tecnología en el complejo, tras su implantación el pasado mes de noviembre. Hasta la fecha, esta técnica se ha usado con 36 personas, el 20% de los 177 intervenidos, y el 40% de los tratados en el Servicio de Cirugía General y Digestivo.
La consejera de Sanidad, Fátima Matute, ha asistido a una retransmisión en directo de un procedimiento de este tipo para conocer los detalles de manos del equipo quirúrgico, y ha escuchado el testimonio de dos ciudadanos en los que su aplicación ha resultado un éxito. “La incorporación de esta tecnología supone otro hito más en la gran labor de los profesionales de la Unidad de Obesidad Mórbida del Hospital de Getafe, que ya estaba consolidado como centro de referencia en esta área”, ha señalado Matute, que ha subrayado “el enorme salto de calidad asistencial y la seguridad que aportan” este tipo de equipamientos.
El dispositivo robótico empleado es mínimamente invasivo, al traducir de forma exacta los movimientos que el facultativo hace manualmente desde una consola a los brazos del aparato. Permite, además, una visión tridimensional del campo quirúrgico, de modo que el especialista trabaja casi como si estuviera dentro del cuerpo del enfermo.
Otra ventaja es que posibilita la realización de suturas y reconstrucciones con gran precisión, reduciendo significativamente el riesgo de complicaciones durante y después de la intervención. Su uso también implica una pérdida de sangre mínima. Asimismo, requiere incisiones de menor tamaño que la laparoscopia manual, lo que conlleva menor dolor postoperatorio, cicatrices más pequeñas y de mejor estética y más seguridad ante posibles infecciones.
En el caso de los pacientes obesos, los beneficios son claros: baja su tiempo de ingreso al recuperarse antes, pudiendo hacer ejercicios de fisioterapia respiratoria y caminar de forma precoz. También disminuye el riesgo de trombosis, dando pie a una reincorporación más rápida a sus actividades cotidianas y laborales.
La consejera ha destacado la aportación de un equipo multidisciplinar para realizar con éxito estas intervenciones, desde cirujanos, celadores y anestesistas a psicólogos y psiquiatras. “Estos profesionales son muy necesarios para antes, durante y después de la operación para ayudar a estos pacientes en su recuperación y que puedan llevar esa dieta con la conciencia de que no solo hay que tratar el cuerpo, sino que hay que tratar la mente también para poder conseguir unos buenos resultados”.
Esta técnica robótica se utiliza en otros 11 centros de la comunidad y el próximo paso es poder realizar estas operaciones en una sola intervención para casos extremos, algo que hasta el momento no había sido posible.