Sexo: cuestión de testosterona

Andropausia. Menopausia masculina. Hipogonadismo de inicio tardío. Son los nombres que se utilizan comúnmente para describir el déficit de testosterona que sufren algunos hombres alcanzada cierta edad. Aunque la falta de esta hormona sexual también puede producirse por ciertas enfermedades, medicamentos (como la quimioterapia) o lesiones, lo cierto es que a partir de los 50 años este síndrome afecta al 7% de los varones y, cuando éstos adquieren los 60, el porcentaje aumenta hasta el 20% y hasta un 30% cuando llegan a los 70.

Jorge Turó, urólogo en el Hospital Puerta de Hierro, aclara los mitos y realidades sobre este proceso biológico. “Medicamente se le denomina síndrome de déficit de testosterona (el término andropausia es un término popular y, no, esta etapa en el hombre no es lo mismo que la menopausia). La menopausia la sufren todas las mujeres, en mayor o menor medida, cuando llegan al final de la ovulación, y son infértiles, mientras que los hombres siempre pueden seguir teniendo espermatozoides hasta el final de sus días, por lo que no es equiparable”.

Cómo afecta en la salud

En los hombres, la hormona de la testosterona, según Turó, ayuda a “mantener los huesos y los músculos fuertes. Su deficiencia reduce el número de espermatozoides, hace que aparezca más grasa corporal, disminuye las erecciones y el deseo sexual, además de disminuir el nivel de eyaculación y empeorar el estado de ánimo”. Como explica el urólogo, su disminución afecta en tres áreas: a nivel sexual, a nivel corporal (disminuye el vello y la barba) y a nivel psicológico (puede disminuir el sueño y producir síntomas depresivos, además de falta de concentración).

Algunos síntomas pueden ser una parte normal del envejecimiento. Por ejemplo, es normal sentirse menos interesado en las relaciones sexuales conforme se envejece. Sin embargo, de acuerdo con el doctor, no es usualmente normal no tener ningún interés en el sexo.

Opciones de tratamiento

Para comprobar los niveles de esta hormona en el organismo y poder asociar síntomas como los problemas de tiroides, desinterés sexual, etc., el doctor Turó recomienda una analítica con testosterona. 

Si la prueba determina un nivel bajo de testosterona, la terapia con hormonas es muy efectiva y se denomina terapia de reemplazo de testosterona o TRT.  El medicamento que se utiliza es una forma sintética de testosterona y se puede administrar como un gel, un parche, una inyección o un implante.

Aunque, como explica el doctor, la terapia TRT puede aliviar o mejorar los síntomas en algunos hombres y ser muy efectiva, tanto para hombres jóvenes como más mayores. Aun así, tiene riesgos si no se administra bajo supervisión médica ya que puede provocar “insuficiencia cardíaca, problemas de atrofia intertesticular (el testículo se hace vago) o problemas circulatorios”. Y es que, según el doctor “actualmente existe un mercado negro de venta de productos en gimnasios y otros centros en formato de anabolizantes que ayudan a incrementar la masa muscular pero que, si no son supervisados por un médico, pueden provocar problemas prostáticos, colesterol o favorecer, en el peor de los casos, un incremento de los glóbulos rojos que favorezcan el ictus o el infarto”.

 

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