Por Santiago Melo
6 de mayo de 2025La historia de por qué mayo se convirtió en el mes de la masturbación tiene un trasfondo político, social y educativo. Todo comenzó en diciembre de 1994, cuando la doctora Joycelyn Elders, primera mujer afroamericana designada como Cirujana General de Estados Unidos, participó en una conferencia de Naciones Unidas sobre el sida. Allí, al ser consultada sobre la masturbación como herramienta de prevención de enfermedades de transmisión sexual en jóvenes, respondió con contundencia: "Es parte fundamental de la sexualidad humana" y afirmó que debía formar parte de la educación sexual.
Su respuesta le costó el cargo, presuntamente por decisión del entonces presidente Bill Clinton. En respuesta a este despido, la tienda de juguetes sexuales Good Vibrations, fundada por la sexóloga Joani Blank, declaró el 7 de mayo como el Día de la Masturbación en su honor. Con el tiempo, la efeméride se extendió a todo el mes y hoy se conmemora en varios países como una forma de visibilizar la salud sexual y desmontar los tabúes en torno a esta práctica.
Durante siglos, la masturbación ha estado rodeada de mitos sin base científica. Se llegó a afirmar que causaba ceguera, que hacía crecer vello en las palmas de las manos o que generaba daño cerebral. Muchos de estos mitos nacieron en contextos que pretendían limitar la sexualidad no reproductiva y reforzar valores religiosos o sociales vinculados a la culpa.
Como explica Myriam Ribes, ginecóloga y sexóloga del Hospital Mateu Orfila de Menorca, la masturbación sigue siendo un tema que genera vergüenza en algunos sectores, aunque cada vez más personas hablan de ello con naturalidad. "La sexualidad es una ciencia, no una ideología. Y la masturbación es una excelente herramienta de autoconocimiento y placer", afirma la experta. También recuerda que no se trata de una práctica obligatoria, pero que, quien decide ejercerla, debe saber que "no es en absoluto dañina y puede llegar a ser muy beneficiosa".
Además del placer, la masturbación está asociada a beneficios físicos y emocionales. Diversos estudios han demostrado que puede contribuir a reducir el dolor, aliviar la ansiedad, mejorar el descanso y liberar neurotransmisores que promueven el bienestar. Según la doctora Ribes, también escritora, los orgasmos generan reacciones bioquímicas que mejoran la salud cardiovascular, el estado de ánimo y hasta la capacidad de descanso.
La autoexploración también puede tener efectos positivos sobre la salud corporal general, al fomentar una mayor conexión con el propio cuerpo. "Cuando una persona se escucha a sí misma, reconoce sus sensaciones, cómo responde su cuerpo o sus emociones, probablemente será capaz de detectar antes si algo va mal", explica Ribes.
Lejos de ser un tema menor o exclusivamente lúdico, los juguetes sexuales forman parte de la terapia sexual y la práctica clínica habitual en sexología. Pueden ser útiles para resolver disfunciones, mejorar la vida sexual en pareja o facilitar la autoexploración. Lo importante, remarca la experta, es que sean productos seguros y bien fabricados.
"No sustituyen a nadie, simplemente abren nuevas puertas al disfrute, tanto a solas como acompañados".
Mayo es hoy una oportunidad para hablar de sexualidad desde la ciencia, sin prejuicios ni morbo, y recordar que el autoconocimiento corporal es parte fundamental del bienestar integral. Como concluye Ribes, la masturbación no es algo que deba generar vergüenza ni esconderse: "Es una función vital, como tantas otras, y debemos tratarla con naturalidad y rigor científico".