Por Aurora Molina
4 de junio de 2024Tener un hijo antes de los 30 hoy en día es un logro, o mejor dicho, una sorpresa. La mayor parte de la población fértil en nuestro país cada vez tarda más en tener descendencia. El problema está muy identificado: la situación financiera.
Según los expertos, la edad media en la que un español se independiza es a los 30 años, mientras que en países del norte de Europa esta edad se sitúa en los 23 e incluso 21 años. Esto indica que se está produciendo un cambio social que, a su vez, lleva intrínseco (en la mayoría de casos) un cambio de prioridades. Tanto es así, que tener un hijo ha ido descendiendo en la escala de prioridades hasta situarse, como mínimo, en un tercer plano.
A este contexto se le suma el principal ingrediente para poder reproducirse: la fertilidad. En el marco del Día Mundial de la Fertilidad y según los datos obtenidos por la encuesta “Conocimiento y tabús sobre la fertilidad en España” elaborada por Merck, compañía dedicada al sector de la ciencia y la tecnología, el 34% de españoles entre 30 y 34 años afirma no sentirse suficientemente informado en esta materia. “Las mujeres, y más frecuentemente los hombres, empiezan a preocuparse por este tema solo cuando surge un problema. Teniendo en cuenta que en España contamos con el mayor número de madres que lo son por primera vez a partir de los 40, los problemas de fertilidad son frecuentes”, explica el doctor Antonio Urríes, presidente de la Asociación por el Estudio de la Biología de la Reproducción (ASEBIR).
De hecho, solo 6 de cada 10 personas encuestadas se ha preocupado alguna vez por su fertilidad, siendo el porcentaje de las mujeres más alto que el de los hombres (64% vs. 52%).
“Sobre la reproducción y la natalidad es sobre lo que existe una mayor desinformación. Durante muchas décadas hemos estado más preocupados de cómo evitar una gestación que de cómo promoverla, por lo que ahora resulta difícil cambiar esta dinámica”, señala el doctor Juan José Espinós, presidente de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF).
Los datos de la encuesta reflejan que en materia de salud reproductiva, el 67% de los españoles sí se siente suficientemente informado. Sin embargo, a la hora de abordar temas sobre reproducción asistida, el porcentaje se reduce al 56% en mujeres y 52% en los hombres.
Cuando alguien tiene alguna duda sobre un determinado asunto, lo primero que hace es googlear. Sin embargo, esta práctica conlleva una serie de riesgos, como lo es el consumo de noticias falsas o contenido no riguroso.
Aun así, los datos de la encuesta reflejan que el 55% acude a internet para conocer sobre técnicas de reproducción asistida y fertilidad. Pero “para tener buena información, hace falta acudir a fuentes fiables y de rigor científico”, asegura Paula Rodríguez, directora del área de Fertilidad de Merck. Por este motivo, Merck lanzó Concibe, un ecosistema digital multicanal que tiene por objetivo generar conciencia y transmitir información de calidad respecto a este tema. “Contar con este conocimiento les permitirá planificar su vida reproductiva de manera consciente y, especialmente, informada”, añade Rodríguez.
En numerosas ocasiones hemos escuchado la palabra tabú y lo que ello conlleva (vergüenza, miedo, incomprensión…). Cuando esto sucede siempre fijamos la mirada en las connotaciones negativas que trae consigo, pero pocas veces ponemos el foco en entender la problemática que existe detrás. Y este es el caso de la fertilidad, un tema que va más allá de los tabúes sexuales, ya que, de acuerdo con la psicóloga especialista en reproducción asistida Raquel Urteaga, hablar de nuestra fertilidad “nos cuesta porque parece que estamos discapacitados si tenemos problemas de reproducción”. De hecho, “la infertilidad masculina se percibe como aún más vergonzosa que la femenina a nivel social y, en muchas ocasiones, aún más devastadora a nivel psicológico, ya que la relacionan con su virilidad”.
Sin embargo, con el fin de ayudar a todas las personas (en solitario o en pareja) que atraviesan por algún problema de fertilidad, existen asociaciones y grupos de apoyo que trabajan por hacer más llevadero el proceso. Es el caso de Marián Cisterna, paciente y fundadora del grupo de apoyo Hello. “Compartir el problema te permite conocer a otros en tu situación, proporcionándote poderosas herramientas como hablar el mismo idioma emocional sin el peso de sentirte juzgada o incomprendida y poder ayudar a otros que, a su vez, te ayudan a ti”.
Los expertos aseguran que a pesar de que está demostrado que compartir los problemas con los demás ayuda a superarlos, en el caso de la infertilidad, el 52% de las personas compartiría sus problemas únicamente con su círculo cercano. “Hay que adaptarse a la privacidad de la pareja a la hora de comentar los problemas de fertilidad. Y aunque sigue dando un poco de vergüenza, cada vez el tabú es menor”, concluye Marián Cisterna.