Por Medicina Responsable
28 de agosto de 2025Las responsabilidades, el ajetreo y el estrés asociado a la mediana edad son las principales razones por las que estudios científicos han comprobado como la mayoría de personas perciben menos bienestar en ese momento de sus vidas. La autopercepción de la felicidad se distribuye acorde al modelo conocido como la “curva de la infelicidad”, de forma que el aumento de la preocupación, el estrés y la depresión con la edad, que alcanza su punto máximo en la mediana edad y luego disminuye en edades avanzadas.
Sin embargo, esta es una tendencia que vendría desapareciendo en los últimos años, según evidencia un nuevo estudio publicado en la revista Plos ONE y basado en encuestas realizadas en 44 países, entre los que se encuentra España. Desde la pandemia, el deterioro de la salud mental de los jóvenes es un fenómeno constatado y la razón principal a la que los investigadores de este estudio achacan el cambio de tendencia.
El grupo de investigadores del Dartmouth College (EE.UU.) ha encontrado, en base a los datos recopilados que abarcan entre 2020 y 2025, que esta curva de la infelicidad habría desaparecido en todo el mundo, de modo que el malestar y la infelicidad tiende ahora a disminuir a lo largo de la vida. El malestar entre las personas de más de 40 años no cambió significativamente. En cambio, la desaparición de la curva parece deberse a un deterioro de la salud mental entre los jóvenes.
Aunque las razones detrás de estos hallazgos no están del todo claras, los autores sugieren varias posibilidades, entre ellas los efectos a largo plazo de la gran recesión en las perspectivas laborales de los jóvenes, la falta de financiación de los servicios de salud mental, los retos para la salud mental que plantea la pandemia de COVID-19 y el aumento del uso de las redes sociales. Así, los investigadores subrayan la necesidad de realizar más estudios para determinar si alguno de estos u otros factores están influyendo.
"El nuestro es el primer artículo que demuestra que el deterioro de la salud mental de los jóvenes en los últimos años significa que, hoy en día, el malestar mental es mayor entre los jóvenes y disminuye con la edad. Se trata de un cambio enorme con respecto al pasado, cuando el malestar mental alcanzaba su punto álgido en la mediana edad. Las razones de este cambio son controvertidas, pero lo que nos preocupa es que hoy en día existe una grave crisis de salud mental entre los jóvenes que es necesario abordar", finalizan los autores.
La doctora en Psicología, especialista en Psicología Clínica, catedrática de Evaluación y Diagnóstico Psicológicos de la Universidad del País Vasco, Maite Garaigordobil apuesta, en declaraciones recogidas por el SMC por promover el bienestar a través de programas en centros educativos, a lo largo de toda la escolaridad incluida la universitaria.
"Los resultados subrayan la necesidad de programas de promoción de la salud mental en la juventud, tanto en la escuela como en la comunidad. En los centros educativos, mediante la promoción de espacios de diálogo donde el alumnado pueda expresar preocupaciones, temores, donde puedan hablar de sus problemas de salud mental con la finalidad de erradicar el estigma sobre la salud mental. Todo ello en colaboración con las familias y los profesionales de la salud para establecer redes de apoyo que trasciendan el ámbito escolar", ha señalado en declaraciones a SMC España la también académica de número en la Academia de Psicología de España.
Para Garaigordobil, el hallazgo de que el malestar decrece con la edad, pero comienza alto en la juventud, "evidencia que los y las adolescentes y jóvenes constituyen hoy un grupo vulnerable en términos de salud mental, lo que invita a reforzar el papel de la escuela como agente de protección y prevención".