
Por Medicina Responsable
28 de octubre de 2025Ansiedad, agresividad, acoso escolar y estrés. Estos son, según los profesores españoles, los problemas de salud mental más frecuentes que observan en su alumnado. Así lo refleja el informe "El estado de la salud mental en el aula 2025", presentado por Fundación Mapfre y Siena Educación y elaborado a partir de una muestra de 850 profesores y la realización de 18 grupos de discusión en ocho comunidades autónomas.
El estudio concluye que las principales demandas de los profesores son el incremento de la formación y capacitación de los docentes, la incorporación de más psicólogos escolares y profesionales de apoyo y una mayor implicación de las familias. "Tenemos que hacer que se forme bien el profesor, que salga con un alto nivel pedagógico, no solo de conocimientos, sino de manejarse con chicos que están mucho en las redes sociales y que saben mucho de sus derechos y menos de sus deberes, porque están muchas veces sobreprotegidos por los propios padres", ha advertido el psicólogo Javier Urra durante la presentación del informe. Aun así, el 32% del profesorado asegura que no ha recibido ninguna formación sobre protocolos de salud mental en el aula, mientras que el 17,2% ha recibido charlas o talleres internos en el centro.
El estudio revela que la mayoría del profesorado valora su salud mental de manera positiva, con un 49,3% que la considera buena y un 12,5% que incluso la califica de muy buena. Un 27,6% la percibe en un estado regular, mientras que las valoraciones negativas son menos frecuentes: un 8,1% señala que es mala y un 2,5% la describe como muy mala
El 60% del profesorado cree que no está formado suficientemente para detectar los problemas que puedan tener los alumnos y el 79,8% no puede abordar los problemas de salud mental en el aula por falta de tiempo.
Entre los signos de agotamiento detectados en el profesorado destacan el estrés (31,2%), la falta de motivación (24,5%), irritabilidad (21,1%) y el aumento de bajas laborales (14,5%).
La mayoría del profesorado (56%) valora la salud mental de su alumnado como regular. Un 29,7% la califica de buena, mientras que un 11,4% la percibe como mala. Un 1,5% la considera muy mala y un 1,14% la sitúa como muy buena.
Al ser preguntados sobre si las familias suelen identificar y atender adecuadamente los problemas de salud mental de sus hijos, el 53,2% responde que solo en algunos casos, el 18,1% que no, el 17,3% que rara vez lo hacen, el 6,3% que sí y un 5,1% dice no tener información suficiente.
Entre las situaciones familiares que observan con mayor frecuencia, un 85,9% apunta a estilos parentales muy permisivos o muy autoritarios; el 76,6% separación o divorcio reciente de sus padres; el 70,7% falta de seguimiento académico en casa; 30,2% problemas económicos graves; 19,9% violencia de género o maltrato en el hogar; 15,4% fallecimiento de un familiar cercano; y 14,7% cambios frecuentes de vivienda o centro escolar.
Respecto a las señales que notan en su alumnado que pueda llevar a los profesores a pensar que detrás existe algún problema de salud mental provocado por una situación de ciberacoso u otro tipo de hechos, el 79,9% detecta cambios de comportamiento, el 74,5% disminución del rendimiento académico, el 71% aislamiento social, el 49,5% agresividad y el 39% problemas de sueño.
Casi la totalidad del profesorado (97,9%) cree que las redes sociales afectan negativamente al bienestar emocional del alumnado; y el 72,5% dice que generan inseguridad y baja autoestima en el alumnado. "Las redes sociales tienden a debilitar la autopercepción del alumnado, salvo en casos donde se consuma contenido educativo, positivo o motivador", recalca el estudio.
Sobre el contenido en redes sociales que tienen mayor impacto negativo, el 32,2% cree que los estándares de belleza irreal; el 27,3%, contenido violento o agresivo; el 18,8%, pornografía; el 16,2%, acoso y exclusión; y el 4,1%, apuestas y juegos de azar.
El 31,5% de los profesores considera que la digitalización en las aulas dificulta la gestión emocional, mientras que el 28,8% cree que no influye en la gestión de conflictos. En este contexto, el 22,8% indica que la digitalización en las aulas aumenta los conflictos emocionales debido a la falta de interacción directa; y, por el contrario, el 11% dice que mejora la gestión de conflictos gracias a nuevas herramientas.
Por último, entre las estrategias a implementar, el 76% del profesorado apuesta por promover el uso crítico de las redes sociales; el 56,9% por fomentar actividades offline que promuevan la socialización; el 49,5% por limitar el acceso a dispositivos electrónicos durante el horario escolar; y el 44,4% por programas de educación digital.