Por Pedro Gargantilla, director médico de Medicina Responsable
25 de abril de 2025La sífilis, una enfermedad de transmisión sexual que azotó Europa durante siglos, tenía un tratamiento peculiar: mercurio. Este metal pesado, altamente tóxico, se administraba en forma de ungüentos, vapores o incluso ingiriéndolo.
Los pacientes que eran sometidos a este tratamiento sufrían terribles efectos secundarios, como pérdida de dientes, daño renal y neurológico.
A todo esto, habría que añadir otro detalle “importante”, y que tanto médicos como pacientes desconocían, que el germen responsable de la sífilis no desaparecía con mercurio.