Los técnicos superiores sanitarios afrontan su último día de huelga con una alta participación

“Sin nosotros no hay diagnóstico. Sin diagnóstico no hay tratamiento. Sin tratamiento no hay cura”. Este es el mensaje que llevan trasmitiendo miles de Técnicos superiores sanitarios a lo largo y ancho de toda España durante cuatro días de movilizaciones en una huelga general histórica que ha paralizado laboratorios, áreas de anatomía patológica y servicios de radioterapia o medicina nuclear, entre otros, de decenas de hospitales del país.

“Por un Estatuto Marco que respete a los técnicos superiores sanitarios”, piden unos en Madrid. “Ni un paso atrás, 18 años sin cobrar lo nuestro”, exclaman otros en Sevilla. Y es que sus reivindicaciones son claras y su empeño no cesa: buscan el reconocimiento del carácter oficial de profesión sanitaria titulada y reglada, una retribución adecuada con el grupo B que establece el Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP) desde 2007 y la creación de diplomas de acreditación avanzada. Actualmente, España es uno de los pocos países de la UE que no reconoce la categoría de Técnicos Superiores sanitarios, lo que limita su movilidad profesional por todo el continente.

Los paros comenzaron el pasado 30 de noviembre, con una jornada en la que el colectivo advertía que “ya habían pasado la línea roja”, y que estaban dispuestos a llegar “incluso a una huelga de hambre, una huelga indefinida o todo lo que hiciera falta”. El primer día de paros, además, la participación fue multitudinaria, superando más del 90%, según la Sociedad Española de Técnicos Superiores Sanitarios (SETSS). Para el 31 de octubre, segunda jornada de huelga, los trabajadores se mostraron “satisfechos y concienciados”, como publicaba Medicina Responsable; y al tercer día, 3 de noviembre, se dieron cita frente al Ministerio de Sanidad en una manifestación masiva.

"No queremos paralizar el sistema”

El Sindicato Estatal de Técnicos Sanitarios Superiores, convocante de la huelga, ha argumentado que estos paros pretenden visibilizar su papel "imprescindible" dentro de ambulatorios y hospitales. "Sin nosotros no hay diagnóstico ni hay tratamiento", ha remarcado el secretario de la Asociación Española de Técnicos de Laboratorio (AETEL), Marcos Vázquez, en declaraciones a los medios durante una concentración en Santiago de Compostela.

Por su parte, la vocal de la Asociación de Técnicos Superiores Sanitarios de Galicia (Atessga), Yolanda Bico, ha apelado al "hartazgo" sobre la situación actual y la "ruptura" de compromisos del Ministerio, y ha insistido en el que objetivo final de la huelga es tener "mejores estudios", "más conocimientos" y "atender mejor al paciente". Además, ha recalcado que “en esta ocasión el Ministerio de Sanidad ni siquiera ha recibido al comité de huelga, evidenciando una total falta de respeto hacia miles de profesionales que sostienen cada día el diagnóstico, los cribados y la seguridad del sistema sanitario público", advierte.

"Esta huelga no es solo una medida laboral, sino una llamada de alerta a la sociedad y a las administraciones"

Los técnicos superiores sanitarios advierten que, con la huelga, “no quieren paralizar la sanidad, pero se ven en la obligación de hacerlo” ya que “no se puede sostener un sistema sanitario moderno, tecnológico y eficaz sin reconocer ni actualizar las titulaciones y condiciones laborales de quienes lo hacen posible desde los laboratorios, los servicios de radiología, anatomía patológica, radioterapia, medicina nuclear, documentación sanitaria”, indican desde el colectivo de La Rioja.

El impacto en los centros sanitarios

Según las asociaciones convocantes, el seguimiento de la huelga “ha sido muy significativo”, por lo que los paros han afectado de manera directa a los hospitales y centros de salud de todo el país. El secretario de la Asociación Española de Técnicos de Laboratorio (AETEL), Marcos Vázquez, ha explicado que se están realizando las pruebas "urgentes" y "prioritarias", y aplazándose las "de rutina", como analíticas, biopsias y radiografías.

Además, en lugares como Pontevedra, el gerente del Área Sanitaria, José Flores Arias, ha reconocido un impacto en pruebas analíticas, radiológicas y diagnósticas. “Algunas analíticas no pueden procesarse y determinadas pruebas de imagen se ven afectadas, especialmente en Atención Primaria, donde las muestras de sangre permanecen en laboratorio a la espera de reanudarse la actividad”, ha explicado. Por su parte, los portavoces de Atessga han insistido en esta idea: "Pedimos disculpas por las molestias, pero luchamos por nuestros derechos y por la calidad asistencial".

Seguimiento por comunidades autónomas

A pesar de que el seguimiento de las movilizaciones ha sido desigual en las diferentes comunidades autónomas, el Sindicato Estatal de Técnicos Superiores Sanitarios ha destacado su gran participación. En Castilla y León, el paro ha alcanzado el 70,51% en Atención Hospitalaria, con 605 profesionales en huelga; y el 6,74% en Atención Primaria, con seis sanitarios en paro. En total, han secundado la huelga 611 de los 950 efectivos disponibles con los que cuenta la comunidad autónoma, según han informado a Europa Press fuentes de la Junta.

En Cataluña, la Conselleria de Salud de la Generalitat de Cataluña ha cifrado el seguimiento de la huelga en los centros catalanes en un 11,5% en el turno de mañana, y en un 5,9% en el de tarde del día 3 de noviembre, correspondiendo los datos a los centros del Sistema sanitario integral de utilización pública de Cataluña (Siscat).

En Galicia, el seguimiento ha rondado el 62,07% en el turno de mañana y el 78,51% en el de tarde, según ha informado la Consellería de Sanidade aunque, según la Asociación Española de Técnicos de Laboratorio (AETEL), el apoyo ha sido notablemente más elevado: en torno al 90%. Además, el grado de cumplimiento de los servicios mínimos ha sido del 100%. Y, en La Rioja, el 100% de los efectivos han secundado la huelga.

Finalmente, la Consejería de Sanidad, Presidencia y Emergencias de la Junta de Andalucía, aunque no ofrece datos sobre el seguimiento de la huelga, ha decretado los servicios mínimos para "mantener la actividad asistencial de un día festivo, y en las urgencias, los cuidados y los partos, "como mínimo", la actividad propia de un domingo o festivo", debido al retraso de las pruebas que han supuesto las movilizaciones. Con ello, busca "garantizar el 100% de las pruebas diagnósticas y actividades de carácter urgente". 

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