
Por Medicina Responsable
29 de octubre de 2025Los fallos detectados en el programa de cribados de cáncer de mama en Andalucía han desatado una crisis sanitaria que ha puesto en cuestión el funcionamiento de estas iniciativas de detección, llevando la inquietud a otros territorios de España. Ante esta situación, la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) y la Asociación Radiólogos del Sur (ARS) han emitido un comunicado conjunto en el que subrayan que “la responsabilidad y gestión de estos programas corresponde a las autoridades sanitarias competentes, habitualmente en el ámbito de salud pública”.
Al hilo, defienden que los radiólogos juegan un papel “esencial” en estos programas, abarcando desde la supervisión técnica y la lectura de las mamografías hasta la validación de los hallazgos y la coordinación del proceso de diagnóstico en caso de sospecha. “Su participación garantiza que los procedimientos se realicen con los más altos estándares de calidad, seguridad y rigor científico, contribuyendo de forma decisiva a la eficacia y credibilidad del cribado poblacional”, añaden desde estas dos entidades.
En Andalucía, la denuncia de la asociación AMAMA puso de manifiesto que había 2.000 pacientes de toda la comunidad con resultados no concluyentes en sus mamografías que harían necesaria una segunda revisión para la que no fueron notificadas. Tras saltar la noticia, la Junta de Andalucía reconoció este error y se puso a enmendarlo llamando de nuevo a todas las pacientes afectadas y poniendo en marcha una serie de medidas. Esta polémica le costó el cargo a la consejera Rocío Blanco, quien presentó su dimisión a los pocos días de escalar este suceso. Las informaciones se han ido sucediendo desde entonces, aunque las respuestas del Ejecutivo andaluz no han terminado de esclarecer dónde y por qué se produjo el fallo en los protocolos que dejó sin avisar a estas pacientes pendientes de mamografías adicionales.
Ante esta crisis, la SERAM y ARS han querido poner en valor “la formación, experiencia y compromiso de los radiólogos que trabajan en los programas de detección precoz”, a la par que apuntan a los “recursos limitados” y los entornos de “alta presión asistencial” en los que se ven obligados a desempeñar su labor, que reivindican como “un pilar fundamental de la salud pública y un ejemplo de profesionalidad y servicio a la ciudadanía”.
Las SERAM y la ARS reafirman su respaldo firme a todos los radiólogos implicados en estos Programas y su disposición a colaborar con las administraciones sanitarias para asegurar que los programas de cribado mantengan los niveles de excelencia alcanzados en nuestro país, así como la confianza de la población en un sistema de prevención que salva vidas y refleja el compromiso colectivo con la salud de las mujeres.