Si puedes ver tres árboles desde tu ventana tendrás mejor salud mental

Un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona, centro impulsado por la Fundación “la Caixa”, ha evaluado la relación entre una mejor salud mental y la llamada regla 3-30-300 de espacios verdes. Esta regla, creada por el silvicultor Cecil Konijnendijk, implica que todas las personas puedan ver al menos tres árboles desde su casa, que haya un 30% de cobertura arbórea en su barrio y que no se viva a más de 300 metros del parque o espacio verde más cercano.

Los espacios verdes urbanos tienen muchos y conocidos beneficios para la salud de las personas, como el aumento de la esperanza de vida, una reducción de los problemas de salud mental o un mejor funcionamiento cognitivo. Sin embargo, aún no está claro qué cantidad de espacios verdes es realmente necesaria para mejorar la salud. Según datos de la ONG “Friends of trees”, mirar árboles durante cinco minutos te ayuda a reducir el estrés. Otros beneficios para nuestra salud son, por ejemplo, que los árboles plantados en la calle reducen a la mitad la contaminación del interior de viviendas y edificios o que una superficie de unos 4.000 m2 de árboles reduce la contaminación de CO2 que produce un coche al circular unos 41.000 kilómetros.

Este nuevo estudio transversal está basado en una muestra de 3.145 personas de entre 15 y 97 años que participaron en la Encuesta de Salud de Barcelona 2016, impulsada por la Agencia de Salud Pública de Barcelona, y que fueron escogidas de forma aleatoria.

De acuerdo con los datos del estudio, el 18% de los participantes declaraba tener una mala salud mental y el 8,3% declaraba haber visitado un psicólogo en el último año. Además, el 9,4% había tomado tranquilizantes o sedantes en los últimos dos días y el 8,1% antidepresivos.

Según el estudio sólo el 4,7% de la población encuestada cumplía con la regla de espacios verdes. Algo más del 43% de las personas participantes tenían al menos tres árboles en un radio de 15 metros desde su casa, el 62,1% tenía un espacio verde importante en un radio de 300 metros y el 8,7% vivía en una zona con suficiente verdor circundante. Por el contrario, casi el 22,4% no tenía ninguno de estos elementos cerca.

Los resultados de la investigación revelaron que el cumplimiento de la regla completa 3-30-300 de espacios verdes se asoció claramente con una mejor salud mental, un menor uso de medicación y menos visitas al psicólogo o psicóloga.

“Hay una necesidad urgente de proporcionar más espacios verdes a la ciudadanía. Quizá tengamos que desenterrar el asfalto y plantar más árboles, lo que no solo mejorará la salud, sino que también reducirá los efectos de la isla de calor y contribuirá a la captura de CO2”, señala Mark Nieuwenhuijsen, director de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud de ISGlobal y primer autor del estudio. “Cualquier iniciativa que lleve a una ciudad más verde supondrá un paso adelante, lo importante es que necesitamos más y más rápido reverdecimiento”.

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