Por Nuria Cordón
27 de febrero de 2025Desde el año 2016, España tiene la calificación, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), de país que ha eliminado el sarampión. Este “estatus” sólo se consigue cuando existe una ausencia de casos endémicos en cada una de las regiones del país durante, al menos, 12 meses y es mantenida tres años sucesivos con un buen sistema de vigilancia epidemiológica.
Sin embargo, el pasado mes de noviembre, la propia OMS y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos alertaron de que en 2023 se produjeron 10,3 millones de casos de esta enfermedad en todo el mundo, lo que supone un aumento del 20% respecto a 2022.
Este crecimiento también afecta a España. De acuerdo con los últimos datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica, entre el 1 de enero y el 16 de febrero de 2025, se han confirmado 94 contagios, lo que representa casi la mitad del total registrado durante todo el año anterior (217 casos). Las comunidades más afectadas son País Vasco, con 37 casos; Andalucía, con 17; y Cataluña, con 15, aunque la mayoría de los contagios tienen un origen importado.
Ante este repunte, las autoridades sanitarias han intensificado las campañas de vacunación, especialmente en adultos no inmunizados, como aquellos nacidos antes de 1971 o personas que no hayan pasado la enfermedad. De hecho, la vacuna contra el sarampión forma parte de la triple vírica, que también protege contra la rubéola y la parotiditis, y se administra en dos dosis dentro del calendario común de vacunación.
La investigadora Noemí López, del Centro Nacional de Epidemiología-Instituto de Salud Carlos III (CNE-ISCIII), en una sesión online organizada por el Science Media Center, ha querido mandar un mensaje de tranquilidad y ha precisado que se trata de una situación "esperable en un contexto de post-eliminación" del virus.
Según ha explicado la investigadora, este incremento no implica la pérdida de la "situación de eliminación" que la OMS otorgó a España en 2016. De hecho, López ha apuntado que 41 de los casos confirmados tienen su origen en un brote en el País Vasco, que se ha producido entre la comunidad y ha impactado también en el hospital, un entorno donde se tiende a amplificar la difusión de la transmisión. "Realmente es raro que tengamos casos, como sucede en países de nuestro entorno donde las coberturas de vacunación son más bajas y los más afectados son los pequeños porque las vacunaciones son peores que las nuestras. Nosotros ahora mismo estamos atendiendo a un sarampión que es el esperable en un contexto de post-eliminación. Está afectando generalmente a los grupos etarios relativamente susceptibles, que no pudieron tener el sarampión porque no había circulación de este y tampoco había coberturas vacunales suficientemente altas como para poderles proteger", ha detallado.
Estos grupos susceptibles comprenden aquellas personas nacidas entre 1978 y 1987, según refleja el 2º Estudio de Seroprevalencia publicado en 2020. "Antes se manejaban datos de que los nacidos en 1971 y posteriores eran los más susceptibles, pero los datos del estudio han demostrado que las cohortes entre 1968 y 1977 muestran una seroprotección de más del 98% y es a partir de los nacidos entre el 78 y el 87 los que tienen unas coberturas un poquito más bajas. Esos son los susceptibles", ha destacado.
Aun así, según la investigadora, "no es de esperar" que el sarampión se transmita en niños pequeños debido a que es un grupo "bien" vacunado. En caso de que se produzca esta situación, ha argumentado que se debería a problemas de acceso al sistema sanitario o de reticencia vacunal, un factor que se ha observado de forma puntual en niños que proceden de otro país y no han estado dentro del sistema de salud.
Para los expertos, aunque la vacunación en España sigue siendo de las más altas de los países de nuestro entorno, se ha visto reducida en los últimos años. De acuerdo con el pediatra, portavoz y vocal sénior de la Asociación Española de Vacunología (AEV), Fernando Moraga-Llop, aunque el porcentaje medio de administración de la primera dosis de la vacuna en España alcance el 97,8% (datos de 2023), hay cuatro comunidades que se sitúan en el 95%, mientras que en la segunda dosis hay en total de 11 autonomías por debajo de este 95.
En esta misma línea, el director médico de Medicina Responsable, el doctor Pedro Gargantilla, apunta a una reducción de la vacunación desde la pandemia de la Covid-19. “Existe una grieta de vacunación que incrementa año a año”. Además, muchos de los casos son “importados de países en los que la vacunación es baja y hay brotes, por ejemplo, Rumania y Marruecos, por lo que la movilidad geográfica desde zonas de escasa vacunación también forma parte de la ecuación”.
Pero no se trata solo de ciudadanos que migran a España, sino que los turistas también traen el virus. "El sarampión no entiende de fronteras, circula con el movimiento de las personas", ha subrayado Noemí López. Por ello, es importante "no estigmatizar" a estos colectivos ni "señalarlos" como responsables de la infección, sino centrar las labores en "identificar a las poblaciones susceptibles" para trabajar con ellas de manera adecuada y poder "intervenir en salud pública". De hecho, las propias comunidades autónomas ya trabajan en este sentido.
Las deficiencias en la vacunación han provocado, según la OMS, más de 107.000 muertes, la mayoría en niños menores de cinco años. Aunque esta cifra representa un descenso del 8% respecto al año anterior, la OMS advierte que siguen muriendo demasiados niños por una enfermedad prevenible. "El sarampión es una de las enfermedades más contagiosas y su vacuna ha salvado millones de vidas. Para evitar que continúe propagándose, debemos redoblar los esfuerzos en inmunización", señalaba hace unos días el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.