Por Juan García
17 de mayo de 2024Bien sea por estética, por conmemoración de momentos especiales, para reflejar una afición o una relación con un ser querido, la fiebre por los tatuajes se ha extendido en los últimos años dejando de ser una simple moda. El estigma que existía hace años sobre las personas tatuadas ha ido disminuyendo progresivamente, encontrando cada vez más personas de todos los rangos de edad y condición social que deciden hacerse uno o varios tatuajes. Más allá de los arrepentimientos sobre el tatuaje escogido, para conocer todas las precauciones y consideraciones a tener en cuenta antes de tatuarse, Medicina Responsable ha hablado con la dermatóloga Ana Molina (@dr.anamolina), del Hospital Fundación Jiménez Díaz.
Entre el gremio de tatuadores, además de haber experimentado un importante crecimiento de su volumen de negocio, se ha producido una mayor profesionalización, con especial atención a la prevención de posibles efectos adversos y el cuidado de la piel. Los tatuajes tienen una incidencia muy baja de eventos adversos, se estima que en torno al 2%, según señala la doctora. Sin embargo, hay una serie de cuestiones que es importante tener en cuenta. “En general desaconsejamos a las personas que tienen la piel muy sensible, que tienen tendencia alérgica o que tienen tendencia a hacer cicatrices inestéticas como queloides o el fenómeno koebner, producido por algunas enfermedades como la psoriasis”, expone la dermatóloga.
También existe un tipo de tatuaje que es altamente desaconsejado por los dermatólogos: el conocido como black out, que consiste en “tatuar zonas muy grandes de piel todo de negro o que el dibujo lo formen las pocas zonas de piel que quedan sin cubrir”. La razón de que se recomiende evitar es que “dificulta muchísimo el diagnóstico que hacemos los dermatólogos” ya que impide ver lesiones en la piel o la progresión de lunares.
Los principales riesgos son las reacciones alérgicas o las infecciones por microbacterias. A pesar de estas complicaciones, Molina considera que “no es algo relevante hoy en día, ya que ha mejorado mucho la asepsia, es decir, la esterilización de las tintas y agujas”, así como la formación y el conocimiento de los tatuadores. Lo que sí ocurre es que, en ocasiones “los tatuajes a veces nos dificultan la detección del cáncer de piel”. Esto puede ocurrir por dos razones: o bien por realizar el tatuaje sobre un lunar (o cerca de él) que sea indicativo de esta patología y pase inadvertido o bien por la migración de la tinta a los ganglios linfáticos de la zona. Para evitarlo, “siempre le decimos a los pacientes que le pida al tatuador dejar la misma distancia entre el tatuaje y todos los lunares que tenga. De esta forma, si, por ejemplo, se deja un centímetro de distancia con cada lunar, nosotros sabemos que cuando un paciente viene con un lunar pegado al tatuaje, ese lunar ha cambiado, porque de entrada estaba a otra distancia. Esto nos va a ayudar al diagnóstico del cáncer de piel”.
Para la doctora Molina, es imprescindible acudir a un centro que esté debidamente acreditado e incluso pedir la etiqueta de la tinta que nos van a inyectar, para mayor seguridad. “Nosotros en consulta médica tenemos lo que se llama un pasaporte de tratamientos estéticos, de forma que al paciente le ponemos una pegatina en el informe con un número que permite trazar ese producto que le hemos puesto. Con las tintas de tatuaje debería ser lo mismo para ver de donde provienen”.
También matiza la creencia de que tener un tatuaje en la zona lumbar imposibilita que se pueda administrar la epidural. “Cuando tienes un tatuaje en la zona lumbar te pueden poner perfectamente la epidural, simplemente el anestesista sabe que no debe pincharla en un lugar donde haya tinta, porque podría provocar la introducción de tinta en el líquido cefalorraquídeo”.
Por último, la dermatóloga también desaconseja los tatuajes multicolor, ya que la eliminación con láser de tintas de colores como azul, amarillo o blanco resulta muy complicada.
Tatuarse es una costumbre cada vez más extendida y a la que cada persona dota de un significado diferente. Si bien no hay razón para estar temerosos de tatuarse ya que no entraña riesgos para la salud, siempre es mejor hacerlo con el conocimiento necesario y las debidas precauciones.