Por Andrea Martín
18 de julio de 2024Mareos, dolor de cabeza, náuseas… estos son algunos de los avisos que nos manda nuestro cuerpo para decirnos que no le está sentando bien el calor. Pero ¿qué es exactamente lo que le sucede a nuestro organismo cuando sufrimos un golpe de calor?
Un golpe de calor es un aumento de la temperatura corporal, por encima de los 40º, durante un tiempo prolongado.
Pedro Gargantilla, director médico de Medicina Responsable.
Normalmente, el cuerpo humano es capaz de controlar su propia temperatura. Para ello, utiliza dos formas, la sudoración, como método refrescante liberando agua, minerales y toxinas; y la vasodilatación, que expande los vasos sanguíneos permitiendo un mayor flujo de sangre para facilitar que el cuerpo se enfríe.
Pero, cuando sufrimos un golpe de calor, estos mecanismos no funcionan correctamente y nuestro cerebro le comunica a los músculos que trabajen menos, por lo que comenzamos a sentir agotamiento y fatiga. Esto es debido a que el cuerpo necesitará seguir produciendo sudor para poder enfriarse y, cuanta más sangre se destine a la piel, menos estará disponible para el resto de las funciones, lo que puede desencadenar en desmayos y pérdida de consciencia.
Una vez que el cuerpo no es capaz de transpirar porque se detiene el flujo sanguíneo de la piel, pueden verse afectados otros procesos internos, como es el deterioro de las células, lo que puede provocar el fallo de órganos vitales y provocando riesgos más graves e incluso mortales. Por esta razón es tan importante seguir una serie de recomendaciones generales que eviten situaciones de riesgo para la salud como beber agua con frecuencia o permanecer el mayor tiempo posible en lugares frescos.