Psicólogos alertan del peligro de las RRSS en adolescentes

Según el último Estudio de Redes Sociales 2022 de Iab Spain, en España 33,3 millones de personas navegan por Internet y el 85% utiliza las redes sociales. Entre los jóvenes es aún peor. De acuerdo con UNICEF, uno de cada tres adolescentes en España hace un uso problemático de Internet y las redes sociales, ya que las utilizan como refugio para eludir el sufrimiento y evadir sentimientos de malestar. 

Uno de los trastornos principales que se están dando últimamente entre los adolescentes es el Trastorno Dismórfico Corporal (TDC), que se caracteriza por una preocupación persistente por un defecto físico pequeño o que se percibe como tal por el individuo, pero que no es observable o carece de importancia para otras personas. 

El equipo de psicólogas de la Clínica Ribera Polusa Santo Domingo ha organizado una serie de charlas en institutos de Ribadeo para explicar a adolescentes cómo influyen las redes sociales (RRSS) en la aparición de este trastorno y otros similares, así como las herramientas clave para no dejarse influir por ideales de belleza o la necesidad de aprobación externa. Las profesionales advierten de que la distorsión de la realidad y de la imagen corporal que provocan las redes puede desembocar en trastornos alimentarios, daños en los órganos, autolesiones o la necesidad incontrolable de someterse a tratamientos de cirugía estética, entre otros trastornos mentales que pueden desembocar en problemas más graves a largo plazo.

Las profesionales intentan en estas charlas que los adolescentes diferencien entre ideales de belleza no reales o la necesidad de aprobación externa que afecta a la autoestima y que se ve acrecentada por estas redes sociales y su afán por crear cánones de belleza totalmente inalcanzables sin el uso de filtros.

“La preocupación principal en el TDC se orienta al chequeo obsesivo del cuerpo, pellizcarse la piel, dedicar un tiempo excesivo a camuflar el defecto percibido, recurrir a tratamientos y cirugías innecesarias y, en ocasiones, en autolesiones o, incluso, en el suicidio”, han explicado desde el Servicio de Psicología de Ribera Polusa, formado por Belén Vázquez, Lucía Fernández, María Novo y Yésica Seijo. Las especialistas aseguran que el TDC suele aparecer en torno a los 16 años, aunque muchos síntomas comienzan alrededor de los 12 años. 

En las charlas, las psicólogas de Ribera muestran ejemplos y fotografías, con y sin filtro, que aparecen en las redes sociales. “En muchas de estas imágenes se atenúan o se eliminan marcas, arrugas o acné de la piel, se añaden maquillajes, se alargan pestañas y hasta se modifican la estructura facial y ósea, suavizando facciones o agrandando los ojos”, han dicho, lo que contribuye a “una distorsión completa de la realidad y de la imagen corporal”. 

Las charlas al alumnado de institutos de Ribadeo tienen el objetivo de ayudar a los adolescentes a ser conscientes de la influencia de las redes en el desarrollo de este tipo de conductas tan dañinas. “Diferentes estudios indican que los likes tienen efectos similares a otros reforzadores, como el dinero, y provocan en nuestro cerebro la activación de áreas y sustancias relacionadas con el llamado circuito de la recompensa”, han asegurado. 

Las expertas advierten de la importancia de que como como padres o educadores estemos atentos durante la adolescencia “ante cualquier cambio importante en la alimentación, el nivel de atención y control sobre el propio cuerpo y peso o la actividad física en nuestros hijos o alumnos, más aún si observamos que esto provoca emociones como vergüenza, tristeza, culpa o ansiedad”, han concluido.

 

 

 

 

 

 

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