¿Por qué los mosquitos pican más a unas personas que a otras?

No hay nada peor que pasar una noche entera intentando ahuyentar a un mosquito que zumba en nuestro oído y, cuando nos levantamos, comprobar que tenemos el cuerpo lleno de picaduras. Con la llegada del verano, esta situación se repetirá en una buena parte de la población, pero no en toda, porque los molestos mosquitos no suelen picar a todos por igual. ¿Cuál es la razón? 

Antes de nada, es importante explicar que, principalmente, los mosquitos nos pican porque las hembras, cuando están en época de cría, necesitan alimentarse bien de proteínas para aumentar su fertilidad y que su puesta -de huevos- sea útil. Estas proteínas las obtienen de la sangre, ya sea de animales o de personas, “de hecho, dependiendo de la especie de mosquito, unos prefieren solo animales, otros animales y personas y otros solo personas”, explica Jorge Galván, director general de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental. 

Pero ¿por qué hay personas más propensas a que les piquen estos molestos insectos? Los parámetros que les atraen son varios, entre ellos, el Co2 que exhalamos al respirar.  “Los mosquitos ven las ‘plumas’ o estelas que deja el Co2 al salir de nuestras bocas, las siguen y nos localizan”, explica Galván. Por eso, algunas especies pueden picarnos incluso de noche, cuando estamos durmiendo y está todo oscuro. También les gusta mucho el ácido láctico, el ácido úrico y el amoníaco que expelemos al sudar. 
Lo que hacen estos insectos es acercarse a nuestra piel y picarnos con el apéndice, en forma de trompetilla, que tienen situado bajo los ojos, el llamado probóscide. A la vez que nos succionan sangre, nos inoculan sustancias anestésicas para que no notemos que nos están picando y anticoagulantes para que la sangre salga más rápido. Esas sustancias están en su saliva y son las que pueden producirnos alguna reacción en la zona de la picadura como picazón, inflamación o incluso herida. “Pero eso no significa que seamos alérgicos a esas sustancias, sino que algunas personas pueden tener una reacción mayor que otras”, dice Galván. De hecho “las reacciones alérgicas a estas sustancias no van más allá de una inflamación más o menos grande. Un shock anafiláctico es muy poco probable por picaduras de mosquito, porque además la cantidad de esas sustancias que inoculan es muy pequeña”, asegura Galván. 

Sin embargo, según la OMS, los mosquitos de diferentes especies pueden ser inocuos o pueden transmitir muchísimas enfermedades, como son por ejemplo la fiebre del virus del Nilo, el Dengue, la fiebre amarilla, la fiebre Chikungunya, la malaria, la leishmaniasis y la fiebre del Valle del Rift. “En el momento en el que los patógenos estén presentes, el mosquito puede llevarlos dentro y transmitirlos a las personas cuando pican”, afirma Galván. Tal y como ocurrió el verano pasado en Sevilla con la fiebre del Virus del Nilo y en Ibiza con el Dengue. Y es que, tal y como asegura el experto, los mosquitos pueden transmitir tantas enfermedades que se puede decir que son “son el animal más letal del planeta”. 

¿Cómo prevenir las picaduras? 

Para evitar las picaduras, si somos propensos a que nos piquen, debemos aplicarnos productos con olores cítricos, como la citronela, pero en cantidades concentradas, porque “cuanto más natural sea el producto, menos efectividad va a tener. Los repelentes de farmacia, por ejemplo, tienen una concentración más alta de repelente y van a ser más efectivos”. También debemos usar ropa larga, en el caso de ir por zonas húmedas donde suelen estar. “Y en casa, evitar las balsas de agua, macetas y otros objetos, porque es donde las hembras suelen poner sus huevos”, expone Galván. Y, si ya nos han picado, es importante lavar la zona con agua y jabón e intentar bajar la inflamación mediante la aplicación de una compresa fría durante diez minutos. 
 
 
 

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