Por Medicina Responsable
26 de septiembre de 2025La Asociación Española de Pediatría (AEP), la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP) y la Asociación Española de Vacunología (AEV) han unido sus voces para presentar un documento de consenso en el que recomiendan la vacunación sistemática frente a la gripe de todos los niños y adolescentes de entre 6 meses y 17 años.
Actualmente, la vacunación antigripal en el Sistema Sanitario Español, desde hace tres años, está financiada en la infancia, pero solo para aquellos niños entre 6 meses y cinco años, el perfil considerado de mayor riesgo de edad. Estas entidades argumentan que extender la vacunación hasta la adolescencia es una medida “altamente costo-efectiva”, en tanto que provocaría una “disminución de consultas a atención primaria y urgencias, hospitalización de niños, de adolescentes y de adultos no vacunados”.
Además, los expertos advierten que no se deben subestimar los efectos de la gripe. Este virus afecta, cada temporada, al 30-40 % de la población infantil, generando a nivel mundial hasta 4 millones de casos graves en menores de 18 años y 35.000 muertes en los menores de 5 años, es decir, más fallecimientos que el meningococo. Sin embargo, los expertos constatan el mayor grado de sensibilización de los progenitores hacia esta segunda enfermedad, que registra mayores tasas de vacunación, por lo que inciden en no relativizarla. “La percepción social sigue siendo que se trata de una infección leve”, sostiene la doctora María Fernández Prada, secretaria de la AEV.
En el comunicado, recuerdan la importancia de alcanzar una cobertura vacunal por encima del 95% en la población diana, un objetivo que en el caso de la gripe queda muy lejos.
El presidente de la SEIP, el doctor Fernando Baquero, ha resaltado que “tanto la incidencia y la hospitalización, como los ingresos en la UCI, apuntan a la necesidad de reforzar la vacunación en la infancia y la adolescencia”. En esta línea, incide en que los niños ocupan un papel destacado como transmisores de la enfermedad, ya que albergan el virus en grandes cantidades y su periodo de transmisión es más largo. “Los adultos transmitimos la gripe un día antes y hasta cinco días después de mostrar los síntomas. Los niños lo hacen desde una semana antes y dos o tres semanas después”, explica para ilustrarlo.
Algunas comunidades autónomas como Galicia, Murcia o Castilla y León, ya han puesto en marcha iniciativas para ampliar la vacunación hasta los 8,9 u 11 años. “De momento son pequeños avances, pero muestran una tendencia que confiamos en que siga también el Ministerio de Sanidad de cara al futuro”, explica el doctor Baquero. Además, desde estas asociaciones apuntan que convendría extender el refuerzo de la vacunación también hacia los cuidadores y convivientes de los grupos de riesgo.
Además de la recomendación sistemática de vacunación antigripal infantil y del adolescente, las entidades firmantes destacan que es primordial establecer estrategias de alto impacto que permitan aumentar las coberturas vacunales. En primer lugar, apuestan por aportar formación específica a los profesionales para fomentar y mejorar la recomendación activa de la vacunación por parte de estos. En este sentido, se ha comprobado que, a mayor cobertura de vacunación entre los profesionales, mayor es la tasa de recomendación por parte de estos de esta medida preventiva.
Estas entidades también señalan que las campañas tradicionales de cartelería no están resultando efectivas, por lo que defienden la conveniencia de migrar estas campañas a redes sociales, medios de comunicación y farmacias.
Por otro lado, de cara a mejorar la accesibilidad a la vacunación, proponen diversas estrategias como la vacunación en el ámbito escolar, la vacunación sin cita previa, y los puntos de vacunación en fin de semana o la apertura de los centros de salud por las tardes, que permiten acceder al punto de vacunación a las familias fuera de su horario laboral. La disponibilidad de nuevos métodos de administración, como la vacuna intranasal, es otro método con eficacia demostrada para mejorar las coberturas ya que cuenta con una amplia aceptación entre niños, progenitores y profesionales sanitarios.
El documento de posicionamiento conjunto destaca en último lugar la importancia de transmitir un consenso y alineamiento entre las sociedades científico-médicas y las administraciones para que la ciudadanía no perciba divergencias en las recomendaciones de vacunación. Además, apuestan por la transparencia al ofrecer información actualizada sobre resultados en salud de la campaña de vacunación.