Por Andrea Martín
5 de marzo de 2025La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado una advertencia preocupante. Más de mil millones de jóvenes adultos, en especial aquellos entre los 12 y los 35 años, están en riesgo de perder total o parcialmente la audición debido a la exposición continua a sonidos intensos procedentes de dispositivos de reproducción de música y otras actividades de ocio. Ante esta alarmante situación, la OMS ha establecido la Norma mundial para la escucha segura en lugares y eventos de entretenimiento con el fin de mitigar los daños auditivos y concienciar sobre la importancia de proteger el oído.
Dentro de las recomendaciones establecidas por la OMS, se encuentra la necesidad de evitar la exposición a ruidos que superen los 100 decibelios. También se enfatiza en el uso de protección auditiva personal, como tapones para los oídos, cuando se está en ambientes ruidosos. Además, se recomienda disponer de zonas de descanso auditivo en eventos y locales de ocio, así como implementar sistemas de control del sonido en espacios públicos y eventos masivos.
El abuso de auriculares de botón es uno de los principales factores que incrementan el riesgo de pérdida auditiva. Según el doctor Carlos O'Connor Reina, codirector del servicio de Otorrinolaringología del Hospital Quirónsalud Marbella y del Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar, estos dispositivos favorecen la exposición prolongada a ruidos intensos, lo que deteriora las células ciliadas encargadas de transmitir las señales sonoras al cerebro. Cuando la señal eléctrica del sonido no llega a las neuronas, se produce la pérdida de audición, explica el especialista.
Uno de los síntomas más comunes que puede indicar un daño auditivo es la aparición de acúfenos o tinnitus. Estos episodios se caracterizan por la percepción de ruidos en los oídos sin una fuente externa identificable y pueden mantenerse incluso después de apagar el dispositivo de audio. Si esto ocurre, es fundamental acudir a un especialista, ya que la detección precoz es determinante para evitar daños irreversibles, advierte O'Connor.
En los casos más severos, la exposición prolongada a ruidos intensos puede derivar en hipoacusia, un trastorno sensorial que afecta a la capacidad de escuchar sonidos y que tiene importantes repercusiones en la vida personal y laboral de quienes la padecen. La incapacidad para comunicarse de manera efectiva con el entorno impacta directamente en la calidad de vida y el bienestar emocional de los afectados.
Para prevenir daños auditivos, los expertos aconsejan limitar el tiempo de exposición a ruidos intensos, reducir el uso de auriculares a un máximo de 50 minutos al día y mantener el volumen de los dispositivos de audio por debajo de los 50 decibelios. También es recomendable realizar revisiones auditivas periódicas con un especialista. Ante cualquier síntoma de deterioro auditivo, como dificultad para entender conversaciones en ambientes ruidosos o la percepción de pitidos sin una fuente sonora externa, es fundamental buscar atención médica de inmediato. La prevención y el cuidado de la salud auditiva son clave para evitar una pérdida irreversible de la capacidad de oír.