Julio, mes negro por ahogamientos

249 personas han muerto ahogadas en playas, piscinas y otras zonas acuáticas en lo que va de año, según datos de la Real Federación Española de Ahogamientos (RFESS). En concreto, durante el mes de julio, han sido 77, 56 hombres y 21 mujeres, las personas fallecidas por esta causa, lo que posiciona a este mes de julio como el cuarto con más víctimas desde 2015, cuando empezó el registro. 

De acuerdo con los datos de la RFESS, las personas mayores de 60 años son las que más sufren este tipo de accidentes, siendo la imprudencia la causa principal. Como explica el Técnico Área de Conocimiento Socorros - Unidad de Emergencias Cruz Roja, Miguel Ángel Sánchez, “es muy importante tener precaución cuando se va a la playa o a las zonas de agua. Antes de acudir a una zona de playa o piscina, hay que informarse sobre si ese día hay marea o no, conocer lo que indican las banderas para saber si hay o no peligro, y, sobre todo, informarse sobre si hay socorristas en esos lugares en caso de emergencia. Si una persona se ahoga y, no hay medidas de salvamento en esa zona, la población debe saber que se tardará más en su rescate, lo que influye en las probabilidades de salvarle”.

Datos por comunidades

Del total de ahogamientos contabilizados durante el mes de julio, 41 ocurrieron en playas del país, mientras que 22 sucedieron en piscinas, ríos y embalses. Por comunidades autónomas, Andalucía, al igual que en el cómputo anual, es la que suma más fallecidos por esta causa desde el mes de enero (38), seguida de Catalunya (37) y Comunidad Valenciana (33). En el lado opuesto se encuentra La Rioja, con un ahogamiento desde enero.

En cuanto a las diferencias entre género, desde enero sólo han fallecido 43 mujeres por ahogamiento frente a 206 hombres.

Factores de riesgo

Además, de la “falta de imprudencia de la población”, Sánchez apunta a otros factores como determinantes en el aumento de ahogamientos de este año, como son “la desaparición de la Covid-19 y de sus restricciones en la playa, el incremento de las temperaturas, que ha hecho que las personas acudan más a las zonas de agua, incluso antes de que se diera el pistoletazo de salida del plan de salvamento en las playas con sus socorristas”.

Otras causas del aumento de los ahogamientos “tienen que ver con la idiosincrasia del lugar; no es lo mismo acudir a una playa donde hay mareas, y apenas hay protección para los bañistas, que acudir a sitios donde es posible dar una respuesta rápida a una situación de socorro”, añade Sánchez.

En materia de salvamento son los ayuntamientos los encargados de velar por sus ciudadanos y cada circunscripción tiene unas normas para sus playas y zonas de agua que se aprueban en concursos públicos y contienen la documentación técnica sobre cómo actuar. “En ningún momento hay que pensar que es culpa de los equipos de salvamento de la zona, ellos hacen el trabajo lo mejor que pueden. Si hay que remarcar una cosa es que es imprescindible sensibilizar a la población, y a los niños muy especialmente desde muy pequeños, sobre las medidas de protección que existen como conocer los puntos de referencia de cada lugar, por si se pierden, cómo actuar ante un ahogamiento, etc”.

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